Buceando por la red me he topado con esta curiosa creación llamada Suzuki Gemma 250. Hasta hace un rato no tenía ni idea de que existiera esta moto, imagino que como el 99 % de los que estáis leyendo esto. Y no es para menos, porque un vehículo tan… variopinto solo podría venir del país del sol naciente.
La Suzuki Gemma 250 únicamente se vendió en Japón entre 2008 y 2012. Nada más verla me ha recordado notablemente a la Honda CN 250 Spazio que sí que conocemos por estos lares y que, aunque se trate de un diseño anclado en los 80, tiene esa misma filosofía de scooter muy larga y baja.
Resulta que en Japón este tipo de motocicleta es relativamente corriente, sin ser un segmento súper ventas ni mucho menos. De hecho, allí las principales marcas han sacado modelos de este tipo en algún momento, como la Yamaha Morphous y la citada Honda.
Mecánicamente el motor es el mismo que emplea la Suzuki Burgman 250, esta sí que nos gusta en Europa, ¿eh? Se trata de un monocilíndrico refrigerado por agua con cuatro válvulas. Cambio de variador, como no podía ser de otra forma, y una potencia de 23 CV, suficientes para mover con soltura semejante bicho por ciudad.
Si miro esta moto… me recuerda un poco a un coche. Hay mucha carrocería por todas partes, ya que todo el vehículo está carenado. Incluso el tubo de escape y el variador del cambio se esconden bajo un panel de plástico). La propia pata de cabra tiene un hueco en el lateral de la moto para quedar perfectamente integrada y oculta.
El cuadro de mandos también parece hecho a imagen y semejanza de lo que esperaríamos en un vehículo de cuatro ruedas, con varias esferas de gran tamaño colocadas todas en línea, como si de un salpicadero se tratase.
Además, al ser tan larga (2.350 mm) se refuerza esta idea. Por otro lado, lo que me inspira es este futurismo manga japonés. Parece un producto muy sofisticado, casi sacado de la última “peli” de ciencia ficción. La moto era grande por fuera, pero al ser tan baja, el espacio disponible bajo el asiento era bastante limitado y apenas daba para albergar un casco integral (con suerte).
La mayor ventaja, o el principal leit motiv de esta moto, era el de ofrecer comodidad y amplitud para dos pasajeros sin tener que compartir el “espacio vital”, algo imperativo en la cultura japonesa, pero la verdad que si no piensas llevar acompañante… todo carece un poco de sentido.
De la moto criticaban que la postura de conducción es muy echada hacia el manillar, por lo que la deseada sensación de espacio y amplitud a sus mandos a veces no es tal. En cuanto al calzado, monta una rueda de 14 pulgadas delante y una de 13 detrás, por lo que la maniobrabilidad que pierde al ser tan larga la recupera con el bajo diámetro de llanta, aunque esto último no es lo mejor a la hora de salir de la urbe.
La verdad es que pese a lo estrambótico de la moto he de reconocer que me ha encantado el concepto y solo echo de menos no poder subirme a un para ver qué tal va eso. Obviamente es un poco de contrasentido tener un scooter tan largo y tan “trasto” cuando precisamente el encanto tradicional de estas motos es que son como subirse a un “fínife” con ruedas que cabe por cualquier sitio y es capaz de cambiar de dirección en un femtosegundo. En cualquier caso, hoy no te acostarás sin conocer una moto nueva.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS