En estas mismas páginas hemos hablado de motos raras y esta es una más para añadir a la colección. La Vetter Mystery Ship nace del sueño de un individuo llamado Craig Vetter y que, como tantos otros, fue un auténtico visionario. Creó una moto con prestaciones y rendimiento de otra década unido a una estética nunca vista y que hoy en día según la vemos sabemos que nos hemos trasladado claramente a los años 80. Bendita locura.
Craig Vetter era uno de esos tipos que le dan vueltas a la cabeza constantemente. Le gustaba mucho viajar, pero allá por los años 60 las motocicletas carenadas brillaban por su ausencia, así que ni corto ni perezoso creó su propia compañía de fabricación de carenados para adaptar a las motos de la época. La Vetter Fairing Company se fundaba en 1966 y sus productos se vendían como churros.
Los carenados denominados windjammer eran revolucionarios, hasta tal punto que en negocio la VFC se convirtió en la segunda empresa dedicada a productos relacionados con la moto de mayor facturación, justo por detrás de Harley-Davidson.
Pero Craig no hacía solamente carenados sino también motocicletas enteras. Suya es la Triumph X-75 Hurricane, una versión modificada a los gustos americanos de la Triumph Trident y de la que ya os hemos hablado. Pero quizás su obra culmen sea la Vetter Mystery Ship, la cual al fin y al cabo es la que nos ha llevado hasta aquí.
Como Vetter era un “culo inquieto” también hizo sus pinitos en competición, concretamente en el Campeonato AMA, montando chasis Rickman en motos Kawasaki con el fin de coger experiencia en la construcción y preparación de motocicletas.
Después de que Reggie Pridmore se llevase los dos primeros títulos AMA (1976 y 1977), en 1978 la Vetter Fairing Company patrocinó a Reggie sobre una Kawasaki KZ 1000 preparada por Pierre des Roches. Era el mismo equipo que se había llevado el título el año anterior y en 1978 lo volvieron a conseguir por tercera vez consecutiva. Y por ahí estaba Vetter, tomando apuntes muy de cerca.
En 1980 Craig Vetter se puso manos a la obra. Cogió una Kawasaki KZ 1000 y modificó el chasis original para reforzarlo y al mismo tiempo que sus geometrías coincidiesen con el modelo de competición. El ángulo de lanzamiento se pasó a 26º, se retrasaron las estriberas y se modificaron algunos elementos para conseguir algo más de distancia al suelo y poder inclinar más en las curvas. El basculante era más ligero y resistente, al ser de sección circular, y por encima, nuevos amortiguadores Mulholland Force 1 con los anclajes modificados en una ubicación más cercana al suelo.
El conjunto se remataba a nivel de parte de ciclo con unas llantas Dymag de magnesio y pastillas de freno de mayor mordiente, los discos de freno montados en la Kawasaki original se consideraron suficientes. Por último, Yoshimura fue el encargado de suministrar un nuevo escape 4-1.
Lógicamente, con su experiencia el carenado era la gran seña de presentación de la Vetter Mystery Ship. Fabricado en dos piezas, contenía en su interior el depósito de gasolina de 22,7 litros. Sus angulosas líneas creaban una estética muy particular, ya que contaba con dos protuberancias frontales a los lados del faro delantero y una parte trasera muy baja con sendas placas portanúmeros en los laterales.
Como os podréis imaginar, era una moto extremadamente cara, más del doble que la KZ 1000. Y eso era la versión básica, que rendía 75 CV. Luego a golpe de chequera podías ir pidiendo preparaciones del motor incluso hasta llegar a especificaciones de Superbike. Se empezaba subiendo la cilindrada a los 1.105 cc, con lo que ya se conseguían 101 CV, luego con pulidos a mano en culata y mejoras internas saltaba a 108 CV, con nuevas válvulas 116 CV y luego si eras muy solvente, te la “armaban” hasta los dientes.
Pero al igual que la KZ 1000 podía llevar sobrealimentación mediante turbo, la Vetter Mystery Ship no iba a ser menos. Con el kit suministrado por R.C. Engineering la potencia se duplicaba, así que de repente tenías una moto con casi 150 CV a principios de los 80. Agárrate, que vienen curvas.
Estaba previsto que se fabricasen unas 200 Mystery, pero un accidente de Craig Vetter practicando ala delta hizo que solamente se completasen 10. Y de esas 10 solo hay constancia de que dos contasen con el motor sobrealimentado mediante turbo. Lo mejor es que hay todavía accesible una página donde se habla de la moto y de las 10 que se fabricaron, VetterMysteryShip.com. La más sorprendente es la unidad número 6, que en vez de llantas de tres palos lleva unas llantas lenticulares de aluminio además del turbo.
Esta unidad lleva dando tumbos varios años y cambiando de manos. Recientemente fue subastada en Bonhams y, teniendo en cuenta que está sin estrenar, su precio de compra se disparó hasta los 50.000 euros que fue la puja ganadora.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS