Como siempre, nos gusta bucear en la historia y en este caso debemos conocer (aunque sea de forma somera) a Mert Lawwill. Inscrito en el Salón de la Fama de la AMA en 1998 (y un año antes en el del ciclismo), fue uno de los pilotos punteros entre los años 60 y 70, y pasó su carrera unido a Harley-Davidson, con quien se llevó el título del AMA Grand National Championship en 1969. Tras abandonar la competición profesional, siguió muy ligado al mundo de la moto al ser uno de los mejores constructores y desarrolladores de chasis de competición.
De hecho, a Lawwill se le reconoce el mérito de haber sido la primera persona en desarrollar una suspensión trasera que funcionase bien ¡en una bicicleta! Aunque no era perfecta, la Gary Fisher RS-1 fue la primera bicicleta con doble suspensión en la que se minimizaban los problemas de pérdida de eficacia a la hora de pedalear y frenar.
Ojo, porque eran los años 90, pero se las arregló para conseguir hacer que funcionase el concepto del brazo de control de una suspensión de coche en una bici, haciendo un sistema de cuadrilátero articulado. Luego este concepto lo usaría de forma similar en la moto de la que os hablaremos ahora.
Estamos ya en 2005 y, por aquel entonces, Mert Lawwill compra un total de 20 Harley-Davidson Sportster XL 1200 R, que sería el punto de partida de una serie de motos de producción limitada y con estética street-tracker, claramente inspirada en su Harley-Davidson XR 750. Lo cierto es que a medida que empieza el desarrollo de la moto, pocas piezas originales sobreviven y muchas de ellas están fabricadas a medida, algo que no fue demasiado difícil gracias a la experiencia y conocimientos de Mert.
El motor crecía hasta los 1.400 cc tras adoptar nuevos cilindros, pistones, levas y encendido. Además, las culatas eran completamente nuevas, fundidas de tal manera que la admisión y el escape estaban invertidos respecto a la original, pudiendo así ubicar los filtros cónicos de aire en el lado derecho y el escape doble en el izquierdo, a imagen y semejanza de la XR 750. La potencia llegaba hasta los 100 CV, nada mal.
El chasis de serie se descartaba casi al completo (se dejaba únicamente la zona donde iba remachado el VIN, el número de chasis). Fabricado en acero al cromo-molibdeno 4130, sus cotas era más agresivas y era además tremendamente más ligero. En total la moto adelgazaba la friolera de 45 kg.
Con una horquilla de Buell, la suspensión trasera estaba tremendamente trabajada. Si os fijáis, el basculante cuenta con dos tirantes superiores que no van anclados de forma fija. Junto al amortiguador trasero Penske completamente ajustable, este basculante de cuadrilátero articulado como el de la bicicleta consigue que en aceleraciones, empuje la parte delantera hacia abajo e impide que la rueda delantera se levante.
Un detalle tremendamente curioso lo encontramos en el portanúmeros lateral (a la izquierda). Si os fijáis, no es una placa delgada, sino que es más gruesa de lo habitual. Esto es porque hace las veces de depósito de aceite, ya que el espacio original quedaba ocupado por el nuevo amortiguador.
En total se construyeron 19 Mert Lawwill Concepts Street Tracker, por lo que es muy difícil encontrar alguna a la venta. Y cuando salgan, no esperéis pagar menos de 25.000 euros por una de ellas. Bueno, eso hace tiempo, porque es un modelo cuyo valor está en alza.
La Mert Lawwill Concepts Street Tracker o la Gary Fisher RS-1 no han sido los únicos “inventos” que nos ha ido dejando Lawwill. También ha diseñado un sistema para que la gente que haya perdido la mano o el brazo, puedan seguir montando en bicicleta con seguridad.
La Mert’s Hands, que es como se le conoce oficialmente, surgió después de que en 1967 Chris Draayer, compañero de Mert Lawwill en el equipo Harley-Davidson, le preguntase si podía fabricar una prótesis para poder seguir agarrando el manillar tras haber perdido su brazo en un accidente. De aquí surgió el primer prototipo que, años después, ha desarrollado y comercializado para atletas paralímpicos.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS