Durante estos días hemos seguido la pista de William “Wild Bill” Gelbke, una persona poco conocida a este lado del Atlántico pero todo un ejemplo en Estados Unidos. Un tipo de esos admirables, que escogen seguir su propio camino y no el que le impone la sociedad, pero que como en tantas y tantas ocasiones, tuvo un final trágico y prematuro. Después de crear la Roadog y la Gelbke Auto Four, a saber con qué nos habría sorprendido si hubiese podido seguir dando rienda suelta a sus inquietudes. Aun así nos dejó para la historia un tercer modelo, quizás no tan espectacular como los otros dos, pero que bien merece un huequito para que lo conozcamos. Es la Gelbke Grasshopper.
Al igual que en sus otros dos modelos, “Will Bill” decidió partir de un motor de coche. Es curiosa su fijación a la hora de usar motores de coche en vez de moto. Creemos que era debido a que a la hora de rodar por las carreteras, su funcionamiento era mucho más suave que el de los típicos bicilíndricos americanos. Tenemos que pensar que estamos en los años 70. La primera Honda Gold Wing, la GL 1000, pura mantequilla para la época, no fue presentada hasta finales de 1974. Seguro que de aquella los bi americanos no estaban a la altura, y seguramente los más suaves twin en paralelo europeos que llegaban a USA, no eran del agrado de Gelbke para sus locuras proyectos.
La Gelbke Grasshopper tiene un planteamiento muy similar a la Auto Four, pero en este caso en vez de estar concebida como una cruiser para grandes viajes, opta por una estética custom más clásica, muy a lo Harley-Davidson. De nuevo el corazón parte del motor de un automóvil, en este caso el de un seis cilindros bóxer tomado de un Chevrolet Corvair de 1964 (finales de la primera generación). Con una cilindrada de 2.377 cc, la potencia era de 84 CV aproximadamente.
A este propulsor, Gelbke le acopló una transmisión de Volkswagen con cuatro velocidades. Para hacer que las marchas (en configuración clásica “H”) funcionasen como en una moto, utilizó reenvíos de Harley-Davidson. En las fotos se aprecia claramente sobre la plataforma lateral (enmarcada por una cadena, una de las señas de identidad de sus modelos), la robusta placa que hace funcionar la caja de cambios con un sistema de punta-tacón. De esta forma, las marchas quedaban en la posición habitual: 1-N-2-3-4. En los otros modelos la caja era automática, y montaba un sencillo selector lateral.
De nuevo un tren delantero de una Harley-Davidson Hydra Glide de los años 50, se acoplaba al chasis de acero al cromo-molibdeno hecho a mano. Detrás instaló una suspensión con doble muelle como el de la Roadog. Respecto a las fotos del modelo desmontado y al de la portada (sentimos la calidad, pero no hay muchas más que las publicadas por Factoryfat), se puede apreciar que hay cambios en el tren delantero. Una moto artesanal junto a una mente inquieta y explosiva como la de Gelbke, hacía que el modelo estuviese vivo y por lo tanto, recibiese constantes actualizaciones para mejorar su comportamiento. En ese caso lleva frenos originales de GM, pero posteriormente aparece con unos discos de freno. Aunque sospecho que quizás parecen demasiado modernos para haber sido instalados por él.
Un detalle curioso: en las fotos del modelo desmontado, ya no aparece el neumático de tacos sino uno más tradicional. La rueda trasera en esta moto tiene mucha importancia, pues el nombre de Grasshopper no viene motivado porque Gelbke se hubiese inspirado en un saltamontes (la traducción al español del vocablo inglés), sino porque detrás montaba el modelo de neumático Goodyear Grasshopper.
La compañía americana desarrolló el Goodyear Grasshopper en los años 60, y rápidamente se ganó una reputación de ser capaz de agarrar en cualquier tipo de terrenos. Era un neumático concebido para competiciones de dirt track o el enduro de por aquel entonces, pero su uso acabó llegando más lejos seguramente de lo que la propia Goodyear tenía pensado.
Si pensamos en las bandas moteras de los 60 y 70, no siempre rodaban por asfaltos perfectos. Había muchas carreteras de gravilla o tierra en las zonas más alejadas de las ciudades más grandes, con acampadas tras las kilométricas jornadas en cualquier pradera al lado de un riachuelo, o concentraciones improvisadas en medio de campos. Las motos al estilo Easy Rider montaban estas gomas, de forma más habitual de lo que podríamos pensar. La publicidad de la época o las fotos de por aquel entonces, así lo atestiguan.
No hemos encontrado muchas más referencias sobre la Gelbke Grasshopper, por lo que seguramente solo se construyó una unidad y tampoco sabemos si se está en manos de algún coleccionista privado, museo o simplemente desapareció. Bueno, desaparecer físicamente porque ahora vive en nuestro recuerdo.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS