La Bimota SB4 hizo acto de aparición en 1982, durante la celebración del salón de Bolonia y estuvo muy poco tiempo en el mercado, pues en 1984 cesó su producción para dejar su lugar a la SB4 S, cuya mayor diferencia estaba en el carenado completo de esta última. Es una de las motos que diseñó Massimo Tamburini –el “TA” de Bimota– durante su estancia en la marca y, como cabe esperar, se encontraba a otro nivel en cuanto a comportamiento y tacto de conducción.
En la década de los 80 los japoneses ya se habían colocado como la mejor opción en cuanto a fiabilidad y en cuanto a facilidad de conducción, aunque en cuanto a calidad, había que prescindir de alguna cosa que, sin embargo, no pareció importar –suspensiones muy básicas, chasis, en ocasiones, un poco más flexibles de la cuenta… –. No obstante, en cuanto a motos deportivas, los japonses pronto fueron capaces de contra las cuerdas a británicos e italianos, los maestros en estas lides.
Bimota, que siempre fue una marca muy especial tanto por la calidad de sus realizaciones como por la propia personalidad de la empresa, no tardó end arse cuenta de que los motores nipones estaban a otro nivel y de que, sin duda alguna, funcionarían al máximo en uno de sus chasis. Son varios los modelos que demsutran esta teoría y uno de ellos es, claramente, la Bimota SB4 de la década de los 80. Esta moto logró que la revista Solo Moto 30, en su número 16 –publicada en 1984–, afirmara que era tan segura y estable a 200 km/h, que podría llegar a ser peligrosa en manos no experimentadas.
En la prueba de la Bimota SB4 –si no tenéis la revisa, los amigos de Motos Clásicas 80 te ofrecen la prueba para descargar en PDF– puedes llegar a leer que se trata de “pornografía motociclista” y el probador, que era el señor Dennis Noyes, llegó a decir que era la mejor moto de calle que había probado en su vida. También dice que la moto, a 200 km/h por la carretera de Colmenar Viejo, va fantástica –si eres de Madrid, seguro que conoces la carretera… –.
Cuando te gusta algo, se nota, y en parte podríamos comprender a Noyes, pues la Bimota SB4 tenía argumentos suficientes para convencer a alguien como él. Por lado, el chasis, una arquitectura de tubos de acero, se combinaba con una horquilla telescópica Forcella Italia con 10 reglajes de hidráulico, mientras que detrás, había un amortiguador De Carbon con 11 posiciones y precarga regulable. Ç
En ese chasis se montaba el motor de la Suzuki GSX 1100 E, un cuatro cilindros de 112 CV a 8.700 revoluciones y 8,9 mkg a 6.500 revoluciones –unos 85 Nm–, con encendido electrónico, cuatro carburadores Mikuni de depresión, caja de cambios con cinco relaciones y, según los datos de la mencionada revista, un consumo de 9,5 litros a 140 km/h. Presumía igualmente de una velocidad de casi 240 km/h.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS