El espíritu RACER lo impregna todo en KTM. Lo han demostrado con cientos de modelos, desde 125 hasta más allá de los 1.000 centímetros cúbicos, sin importar el estilo o la categoría de la moto; la deportividad y la conexión con la competición son una máxima en la compañía austriaca.

Y si alguien dudaba de ello, la última “sobrada” de KTM despejará todas las dudas: la KTM RC 8C, una moto que en 2023, liquidó todas las unidades que se iban a vender en menos de tres minutos. Y no es para menos, pues se trata de una montura que está muy cerca de una Moto2, y no es una forma de hablar, pues a excepción de su motor, el resto bien podría servir para correr en la categoría.

El motor lo dejamos a un lado porque, como ya sabréis, es Triumph quien suministra los motores para toda la parrilla, un tres cilindros de 765 centímetros cúbicos con 145 CV. Y no hay más opción, es una normativa peculiar donde solo una fabricante se encarga de los motores de todos los que compiten y eso, obviamente, dejaría fuera a la RC 8C, ya que su motor, fabricado obviamente por KTM, tiene un cilindro menos y algo más de cubicaje.

Concretamente, hablamos de un propulsor con dos cilindros en paralelo, una arquitectura que se ha mostrado como la más adecuada para los tiempos que corren –hay infinidad de modelos con dos cilindros en línea, en todas las categorías–, que desplaza 889 centímetros cúbicos que rinde 135 CV y que permite presumir de una relación peso-potencia de uno o casi, o dicho de otro modo, un kilo por cada caballo que genera el motor.

En realidad no llega a lograr el 1:1, el conjunto pesa 142 kilos, pero está realmente cerca y se ha logrado gracias a emplear todo lo aprendido en competición, tanto en diseño como en desarrollo y, obviamente, en materiales. De primeras, el carenado, con sus alerones “copiados” de MotoGP, se fabrica con carbono Kevlar y se ha diseñado para ser absolutamente eficiente y eficaz. Este carenado viste, como no puede ser de otra forma cuando hablamos de KTM, un chasis de tubos fabricados con acero 25CrMo4.

Las suspensiones, suministradas por WP, están a un nivel que solo la competición contempla. La horquilla es una WP APEX PRO 7543 de cartucho cerrado y totalmente regulable, que se complementa con un amortiguador trasero WP APEX PRO 7746. Los frenos son de Brembo, con bomba y pinzas radiales Stylema.

42.000 euros de moto, solo para 100 afortunados que sean muy rápidos, pues se abren los pedidos el día 20 de marzo a las 15h y si tenemos en cuenta la rapidez con la que se vendieron las unidades de 2023, es de entender que estas desaparecerán igual de rápido. Además, incluye invitación a visitar Portimão, en Portugal, aunque para ello habrá que adquirir el Track PAc, que añade llantas Dymag, calentadores, una alfombra para el box y hasta un juego de discos de freno extra.

Solo hay un pero, si es que en realidad se trata de un pero, y se debe a que se trata de una moto que no está homologada para circular por vías públicas. Solo se podrá disfrutar en circuito.