A finales de los 80 las marcas italianas copaban el mercado del octavo de litro con innumerables versiones en todos los segmentos de las dos ruedas. Pero quizás la Aprilia Red Rose 125 fuera un oasis dentro de aquella vorágine, donde las custom con un motor 2T de hasta 125 cc no abundaban precisamente, salvo excepciones como la Cagiva Blues 125, que usaba una receta similar.
La idea era clara, crear una motocicleta a imagen y semejanza de las chopper más destacables del momento, pero incorporando el famoso propulsor Rotax, que para esta ocasión se decidió “capar”, ya que las pretensiones de la Red Rose no eran las de bajar tiempos en un circuito, como sí podría serlo en su hermana la Aprilia AF1 125, que disponiendo del mismo motor, contaba con una filosofía bien distinta.
Así que el monocilíndrico de dos tiempos, refrigerado por agua y 124 cc conseguía rendir para esta versión custom, 26,5 cv a 10.000 RPM, manteniendo prácticamente inalterada su arquitectura mecánica respecto a las versiones deportivas de la marca, salvo en el apartado de la alimentación, donde contaba con un carburador Dell’Orto de 26 mm, en lugar del 34 mm que portaba la AF1.
La Aprilia Red Rose 125 significaba un cambio en el concurrido segmento de los 125 cc donde las deportivas eran “las dueñas del corral” y favoritas de la mayor parte de la clientela
Además, el sistema de escape tampoco era el mismo que la deportiva italiana, que aunque contaba con válvula de escape neumática, la potencia quedaba reducida finalmente un poco en esta versión custom de Aprilia. No obstante, con pequeños cambios se podía llegar con facilidad a los 30 CV que declaraba la versión deportiva de la marca.
Siguiendo en el plano mecánico, nada se dejó al azar en aquella custom que Aprilia lanzaba al mercado allá por 1989. Además del Rotax 123 que usaba la marca italiana en todas sus versiones deportivas, también aprovechaba el cambio de seis relaciones o el sistema de arranque eléctrico, por lo que la comodidad y eficiencia en su conducción estaba garantizada.
A nivel de parte ciclo, la Red Rose contaba con un chasis doble cuna de acero que quedaba apoyado sobre una horquilla convencional compuesta por barras de 35 mm en su tren delantero, así como un doble amortiguador en la trasera, buscando ante todo el confort de marcha, no tanto la eficacia a nivel deportivo.
El motor era el mismo que propulsaba a su hermana de gama la Aprilia AF1 y que después portaría la bella RS Extrema a principios de los 90
Para la frenada la marca de Noale dotó a la Red Rose de disco en ambos ejes, con medidas en 260 mm y pinza de doble pistón para el tren delantero y de 240 mm y pinza de pistones contrapuestos para la zaga, ambos anclados en llantas de 19 y 16 pulgadas -respectivamente-, con neumáticos en medidas 90/90 y 130/90, siguiendo de esta manera la tendencia del momento en el segmento chopper de rueda estrecha en el frontal.
El peso final declarado era de 120 kilogramos en vacío, contando con una capacidad de depósito de 14,5 litros incluida la reserva, que le otorgaba una autonomía cercana a los 300 kilómetros si nos controlábamos con el gas y no abusábamos del empuje de la italiana con la válvula de escape abierta en torno a las 7.000 RPM.
Con una velocidad máxima que superaba los 140 km/h, era capaz de aguantar ritmos de custom de mucha más cilindrada sin inmutarse, solo o acompañado, ya que gozaba de un sillón a dos alturas bastante confortable, aunque si bien es cierto, carece de cúpula frontal que nos resguardarse un poco del aire cuando acrecentábamos el ritmo.
El conjunto de la Aprilia Red Rose 125 era fantástico para disfrutar solo o en pareja de las virtudes de su propulsor, capaz de superar con facilidad los 140 km/h reales y mantener cruceros al ritmo de motocicletas de mayor cilindrada
En cuanto a terminaciones y equipamiento, la Aprilia Red Rose 125 presumía de unas calidades dignas de cualquier motocicleta de la casa de Noale, con una gran profusión de cromados, un completo cuadro de instrumentos, así como la opción de instalar un respaldo para el pasajero o un pequeño cupolino en su frontal.
Durante seis años esta custom 2R de 124 cc se mantuvo en el candelero junto con el resto de motocicletas de la marca italiana. Después llegó una versión denominada Classic, algo descafeinada respecto de la Red Rose, que incluso podía limitarse a 15 CV de potencia para los nóveles del A1. También se comercializó en versiones de 50 y 75 cc, siendo esta última sustituida por la mencionada Red Rose 125 con el cambio en la normativa que regulaba los carnés de conducir en nuestro país, aunque evidentemente las prestaciones quedaban mermadas por las limitaciones impuestas.
En la actualidad pocas son ya las Red Rose que circulan por nuestras carreteras. En parte por lo reducido de sus ventas en su momento, básicamente por lo especial del modelo en sí y una clientela prácticamente testimonial, pero también porque no han sido mantenidas y conservadas a lo largo de los años. Así que si conservas una de estas custom 2T puedes considerarte un afortunado, por poseer un pedacito de historia del segmento de las 125 cc noventeras.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS