Con la llegada de la nueva BMW R 18 no hemos podido evitar echar la vista atrás y recordar que, a finales de los 90, BMW ya intentó tener presencia en el mercado custom con una moto propulsada por un motor bóxer. Nos referimos a la BMW R 1200 C. Pero al igual que la R 18 tendrá una versión cruiser y más orientadas a los grandes viajes, la 1200 también tuvo su propio modelo lanzado en 2002 y que buscaba un hueco en el mercado americano. Hablamos de la BMW R 1200 CL,una moto tan peculiar como espectacular.
Tras haber lanzado la R 1200 C en 1997, los alemanes quisieron ir un paso más allá con la BMW R 1200 CL. No debemos pensar que se trataba simplemente de la versión custom con un carenado. Al contrario, la CL llevaba suficientes cambios como para considerarla casi una moto completamente diferente tanto a nivel de motor como de parte de ciclo.
Empezando por el propulsor, que aunque era el mismo bóxer R259 montado en la custom de 1.170 cc, y que desarrollaba 61 CV y 98 Nm de par máximo a solamente 3.000 vueltas, contaba ahora con una caja de cambios de seis velocidades en la que la última era una sobremarcha (overdrive). Esta permitía hacer girar el motor por debajo de 3.000 vueltas a 100 km/h, reduciendo el consumo y aumentando el confort de marcha. A pesar de contar con una velocidad más, era un kilo más ligera que la de cinco marchas.
El chasis principal al que se anclaba era casi igual, pero tanto el tren delantero como el basculante o el subchasis estaban concebidos específicamente para la BMW R 1200 CL. Empezando por el subchasis, era más robusto pensando en el uso con pasajero, además de poder soportar las maletas y todo el equipamiento extra.
Debajo, el Monolever también tenía cambios, ya que se incluía un refuerzo adicional y un nuevo soporte para la pinza de freno trasero. El amortiguador era similar al de la R 1150 GS Adventure, más suave y con un recorrido aumentado en 20 mm. En el Telelever delantero era donde había más cambios.
Al montar un neumático más ancho (luego hablamos de ellos), la separación entre las barras era mayor lo que incurría en una nueva tija triple, un nuevo puente de horquilla y una revisión completa de todas las piezas. La geometría cambiaba con un mayor ángulo de lanzamiento, lo que inclinaba ligeramente el Telelever con lo que cambiaba el ángulo del amortiguador y, con ello, su tarado y puesta a punto. Así se conseguía una mayor estabilidad en línea recta.
Uno de los mayores cambios de la BMW R 1200 CL era en el apatado de neumáticos y llantas. En vez de una llanta de 18″ delante (100/90) y de 16″ detrás (170/80), se instalaron llantas de 16″ y 15″, respectivamente. El neumático delantero era extremadamente ancho, con una medida de 150/80 (casi como un trasero de algunas motos de menor cilindrada) mientras que detrás se mantenía el 170/80. Los perfiles tan grandes buscaban, además de una función estética, una mayor amortiguación a la hora de circular y así que el rodar por la carretera más suave.
En el apartado de frenos, discos delanteros de 305 mm con pinzas de cuatro pistones y uno trasero de 285 mm con una pinza de doble pistón. Todo ayudado por el sistema de frenado EVO de BMW y el ABS combinado que se ofrecía como opción.
La característica más icónica de este modelo es su carenado con un novedoso faro cuádruple que, o te enamora o lo detestas. Por encima contaba con una particular pantalla en forma de “M” que protegía en marcha pero, además, cuando estaba sucia permitía ver por encima de ella, gracias a haberse estudiado concienzudamente en el túnel del viento.
En los laterales contaba con aditamentos con los que se protegían a las piernas del aire a la hora de circular y lo mantenían alejado del calor emanado por el motor. Se utilizaban además para instalar equipamiento adicional como el sistema de sonido. Un poco más arriba, los retrovisores estaban integrados en los extremos para dar una mejor visión de lo que ocurría detrás de nosotros.
El piloto iba sentado en un asiento individual con soporte lumbar y plataformas para los pies. El cambio era de doble palanca “puntera-tacón”. Detrás el pasajero era mimado al máximo con un butacón. Ambos asientos podían solicitarse con calefacción, mientras que los puños calefactables ya venían de serie, lo mismo que el control de crucero, para hacer la vida más sencilla.
La BMW R 1200 CL se vendió solamente un par de años y en tres colores exclusivos: Pearl Silver Metallic, Capri Blue Metallic y Mojave Brown Metallic. Por supuesto, los cromados estaban muy cuidados y proliferaban a lo largo de la moto. No era muy rápida (le costaba pasar de 160 km/h), pero tampoco muy pesada comparada con sus rivales yankees, pues superaba por poco los 300 kg con todos los llenos mientras que una Harley similar era como conducir siempre con pasajero (como unos 75 kilos más).
Hoy en día, si quieres hacerte con una BMW R 1200 CL de segunda mano tendrás que desembolsar unos 6.000-6.500 euros de media. Son motos que suelen tener bastantes kilómetros encima, ya que se usan para viajar, pero el motor goza de buena salud ya que está pensado para rodar bajo de vueltas. Además, suelen haber sido cuidadas y mimadas por sus propietarios.
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Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS