Presentada en el Salón de Barcelona, nuestra protagonista de hoy, la Derbi GPR 75, nacía del acuerdo entre la marca catalana y Aprilia, para la distribución por parte de la firma de Martorellas de las motocicletas de Noale. En aquel acuerdo además, se incluía el hecho de poder utilizar como base la Aprilia AF-1 50 que se comercializaba en el mercado transalpino y previa instalación de un motor fabricado por Derbi, lanzar al mercado la “Gran Premio Racing”, bajo la nomenclatura GPR.
Quizás suene algo escaso que el punto de partida de esta pequeña deportiva fuera la base de una 49 cc, pero la realidad es que los hombres de Aprilia habían creado una magnífica parte ciclo para esta y no se echaría nada en falta a nivel dinámico con la incorporación del propulsor de Derbi.
La Derbi GPR 75 nacía del acuerdo entre la marca catalana y la italiana para distribuir las motocicletas de Aprilia en nuestro país
De hecho, otra marca española que lidiaba en el mismo segmento había realizado una combinación similar. Os hablamos de Rieju y su modelo RST 80, que también nacía de la colaboración de la marca de Figueres con Malaguti y que nuevamente se usaba la misma fórmula para la creación de su colorido modelo.
Pero volviendo a la preciosa Derbi GPR 75, esta venia como ya hemos hecho referencia con la mayoría de elementos heredados de la AF-1 50, entre los que destacaba sin lugar a dudas su basculante monobrazo y su robusto chasis, ambos fabricados en acero y que le daban la consistencia y rigidez suficiente para poder exprimir el motor de 75 cc y los casi 14 CV de potencia a 9.500 RPM que declaraba la marca para su comercialización.
El monocilíndrico de dos tiempos venía alimentado por un carburador de 20 mm, engrase separado, arranque eléctrico -y pata en caso de fallar el primero-, así como admisión por láminas al cárter y por supuesto refrigeración líquida para mantenerlo en las mejores condiciones de temperatura, aumentando al máximo el rendimiento de este.
La deportiva de Derbi en el segmento de las 75 cc partía de la base de la AF-1 de 49 cc, aunque el motor era autoría de la marca española
Con un peso máximo declarado de apenas 98 kilogramos en vacío y una distancia entre ejes de 1.315 mm, se colocaba justo por detrás de la Yamaha TZR 80 RR en cuanto a tamaño, siendo capaz de alcanzar una velocidad punta de 115 km/h con consumos de menos de 4 litros a los 100 kilómetros.
Quizás a nivel de frenada era donde más escasa quedaba la motocicleta de Martorellas con sendos discos delante y detrás de 220 mm de diámetro y pinzas monopistón en ambos ejes. La suspensión estaba compuesta por una horquilla telescópica con barras de 30 mm de grosor y 110 mm de recorrido en su parte frontal y un monoamortiguador progresivo con 120 mm de recorrido en la zaga.
A nivel estético esta Derbi GPR 75 encandilaba con su doble óptica delantera y unas líneas italianas inconfundibles, donde destacaba su sillón a doble altura o sus bonitas llantas de siete palos, con la trasera vista lateralmente gracias a su exclusivo monobrazo.
El basculante monobrazo era la seña de identidad de la esbelta GPR de 75 cc, algo que heredaba de la saga AF-1 de Aprilia de la que provenía en cuanto a parte ciclo y estética
En cuanto al equipamiento, la GPR 75 venía con todo lo necesario para poder disfrutar al máximo de su conducción, sobre todo en el puesto de mando, donde un cuadro de instrumentos bastante completo, con velocímetro, cuentavueltas, termómetro de temperatura, chivatos varios e incluso un botón que al pulsarlo realizaba un control general verificando el buen funcionamiento de esta, le conferían el espíritu RACER deseado por sus futuros propietarios.
Para 1991 la marca española presentaba una nueva versión de su deportiva del segmento del A1. En este caso una nueva decoración y un cambio en su denominación, donde pasaría a llamarse Derbi GPR 75 Sport, eran lo más relevante para el modelo. El velocímetro en esta nueva versión se tardaba hasta los 160 km/h, antes 120 km/h, y además se incorporan unos neumáticos de corte más deportivo suministrados en esta ocasión por Pirelli, ya que anteriormente era Michelin el encargado de esta labor.
La Derbi GPR 75 Sport venía con aires renovados y una estética colorida en azul, rojo y blanco que enamoraba desde el vistazo, además de incorporar mínimos cambios para hacerla aún mejor si cabe
Con un precio de 299.000 de las antiguas pesetas, la GPR 75 se consolidaba como una de las opciones más económicas del segmento, junto a su paisana, la Rieju RST 80, ofreciendo todo lo necesario para el disfrute y aprendizaje de los jóvenes noveles del permiso A1 de la época.
A finales de 1994 la marca cesó su fabricación y se vendieron las últimas unidades a los largo de los primeros compases del año siguiente, dejándonos prácticamente huérfanos en el segmento, ya que tan solo quedarían en él las japonesas y la inconfundible Cagiva Prima 75 R.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.Estáis a tope con estas pequeñas humeantes y solo puedo decir una cosa, no paréis!!!, antes de comprarme la Aprilia estuve tanteando una de estas o una TZR 80, pero por un poco más tenía alguna Aprilia de octavo de litro y es la que acabó en el garaje.
Es que nos ha dado por ahí, hablar de las 2T antes de que sea ilegal hasta eso.