Desde que se decidiese apostar por una moto con personalidad única e imponente, en Harley-Davidson fueron a lo seguro. En la firma americana no lo pensaron dos veces y se pusieron a trabajar en una moto que tuviera una estética muy concreta y que nada más arrancarla tuviese un rugido característico, como toda Harley que se precie. Pero eso no lo era todo, la Harley-Davidson FXSTSSE3 CVO Softail Springer, más conocida como la CVO Softail Springer, iba un paso más allá y hacía que cualquier amante de las dos ruedas se centrase especialmente en ella.

Lanzada originariamente en 2009, este modelo seguía esa línea continuista propia de la gama, aunque suponía ligeros cambios puntuales que hacían que fuese una de las motos más especiales que se recuerdan. Con una actualización del sistema de frenado y con algunos cambios en la posición de conducción, este modelo llamaba a la atención desde el primer instante gracias a su estilo. Eso sí, nada más arrancarla, el carácteristico sonido del motor Harley-Davidson dominaba la situación e invitaba a permanecer observando la moto y así disfrutar de una de las motos de mayor cilindrada que se habían fabricado la firma americana hasta ese momomento.

Cuando hablamos de este modelo hacemos referencia a una moto que tiene una horquilla Spinger clásica y que apuesta por un basculante ancho, pulido y cromado, que hacía que fuese el centro de atención. Al mismo tiempo, se compaginaba con un motor conocido como Screamin’ Twin Cam 110B de 1.800 cc, que presumía de una cifra de par casi salvaje: 149 Nm a 3.000 rpm; unos valores muy competitivos que se debía especialmente a la admisión de la misma, que era una Heavy Breather de flujo libre.

Con una transmisión Cruise Drive de seis marchas y el motor acoplado en el chasis Softail, ofrecía una experiencia sensorial muy estimulante. Su aspecto remataba el conjunto e invitaba a sus propietarios a sentirse libres con una moto que poco o nada tenía que ver con el resto. Al mismo tiempo, tenía unos componentes muy especiales como el silenciador con acabados cromados o bien con protectores de escapes diseñados especialmente para ella. Pero eso no era todo, quisieron que fuese una obra propia de la ingeniería más deslumbrante e innovaron en algunos de sus planteamientos.

Diseñada específicamente para todos esos usuarios más fieles a la esencia Harley-Davidson, quisieron que eso estuviese presente en todo momento. Por ello, estas motos fueron producidas por el departamento CVO de la mano de un equipo de técnicos que se centraron especialmente en este modelo en las plantas de Nueva York, Pensilvania y Kansas. Pero era un modelo de producción estándar, se trataba de una edición limitada a 2.500 unidades todas ellas numeradas y que tuvo un precio de venta de 26.999 dólares, que al cambio serían unos 25.190 euros. Sin duda, era una moto pensada para surcar las carreteras, ofreciendo una importante manejabilidad y al mismo tiempo un rendimiento superior a cualquier otro modelo de la firma americana.