Los Estados Unidos están considerados como una potencia mundial en todos los sentidos, y siempre se les ha conocido como “la tierra de las oportunidades”. Y en el fondo, así es, pues con su enorme tamaño y su cultura, las oportunidades son muchas. Sin embargo, en algunas ocasiones, han sido los europeos quienes han marcado el camino a seguir de los estadounidenses, al menos en lo que al mundo del motor se refiere.
Por ejemplo, el Chevrolet Corvette y el Ford Mustang nacieron para que los norteamericanos dejaran de comprar deportivos europeos, sobre todo roadster británicos y las bobber, fueron una creación yankee para imitar, en parte, a las motos deportivas británicas con base en motos de origen estadounidense –se las quitaba todo lo imprescindible para aligerarlas–. De hecho, las deportivas británicas, aquellas Norton y BSA o Triumph, fueron las que provocaron la aparición de la primera Harley-Davidson Sportster.
Si, efectivamente, la primera Sportster, puesta en escena nada menos que en 1957, se desarrolló para hacer frente a las motos inglesas, que en aquellos años arrasaban en todo el mundo. Los japoneses todavía no se habían expandido y eran los fabricantes afincados en Reino Unido los que dominaban el mercado de la motocicleta tanto en Europa como en Estados Unidos. Una situación que, como sufrirían esos fabricantes años después, sumió a las marcas yankees en una importante crisis económicas.
Harley no se libró de ello y tuvo que poner cartas en el asunto para evitar que todo fuera a más. Y el resultado fue, precisamente, la Harley-Davidson XL 883 Sportster –XL por Experimental Light, o dicho en español, experimento ligero–. Pero no fue fácil llegar hasta la primera XL 883, por el camino hubo varios intentos que no dieron los resultados esperados. El camino de la Sportster comenzó en 1952 con las Harley-Davidson K, el primer modelo con el que se buscó, desde el principio, enfrentarse a los británicos, pero los escasos 38 CV impidieron que lograra su objetivo.
La compañía yankee, una de las más antiguas del mundo –se fundó en 1903–, no se conformó y pasó a comercializar la Harley KH, que ya contaba con un motor de 883 centímetros cúbicos y una potencia de 54 CV, aunque seguía sin ser suficiente. En 1956 se lanzó la Harley KHK, la cual, ya presumía de alcanzar los 150 km/h, pero fue en 1957, después de todos estos intentos, cuando apareció la Harley-Davidson Sportster. Curiosamente, tenía el motor de válvulas laterales y 883 centímetros cúbicos del modelo K –ganaba un par de caballos, hasta los 40–, pero era más ligera y, por tanto, más rápida y ágil.
Fue con esta moto cuando los aficionados yankees vieron el potencial y comenzaron a preferir motos “de casa” a las extranjeras. Una situación que se potenció todavía más con las diferentes evoluciones aparecidas en 1958 y en 1959, que presumían de un motor más potente.
Durante los tres primeros años de producción, se fabricaron 2.604 unidades de la Harley-Davidson Sportster, y significó los primeros pasos del modelo más longevo de la firma de Milwaukee, pues la Sportster todavía sigue en el catálogo de Harley-Davidson.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.Ya los modelos actuales tanto de las sporter 883 y de la 1200, dista mucho de los modelos originales de los 50s. Los modelos antiguos eran mas bonitos, atractivos y por eso se convirtieron en clásicos.