Cuando pienso en la Honda CB 1100 las dos palabras que me vienen a la cabeza son belleza y tradición. Este es un modelo para todos aquellos incondicionales del “cualquier tiempo pasado fue mejor” ya que esta Honda rememora y rinde tributo a los tiempos dorados del fabricante japones durante la década de los 70, cuando presentó uno de sus modelos más icónicos y aclamados: la Honda CB 750.
Estamos pues ante una especie de remake de un modelo mítico, algo que ultimamente está muy de moda en el mundo de la automoción, tanto en los coches como en las motos. En Honda han querido reeditar el clásico tanto a nivel estético como técnico, donde también se han hecho algunas concesiones al estilo tradicional, aunque manteniendo una base tecnológica actual, algo imperativo hoy en día.
Estéticamente la moto es un compendio de detalles y guiños al modelo original. La forma plana del asiento, los escapes gemelos, las ópticas de formas redondeadas, los guardabarros cromados, el tanque de combustible, la instrumentación de relojes analógicos inspirados en el mundo de la aeronáutica… allá a donde mires los japoneses han cuidado ese detalle concreto para que te recuerde a la mítica CB Four de hace 40 años.
En el apartado técnico sigue ese tributo a lo tradicional y a los orígenes. El motor, cómo no, es un tetracilíndrico de 16 válvulas con 1.100 cm3 de cilindrada. Lo verdaderamente importante es que se trata de un propulsor refrigerado por aire para conseguir una estética, tacto y sonoridad lo más parecidas posible al modelo original.
Aunque la filosofía es optar por lo tradicional, se trata de una mecánica actual con tecnología y procesos de fabricación del siglo XXI. Cuenta con inyección electrónica de combustible y un pequeño radiador de aceite para mantener la temperatura bajo control y asegurar una buena fiabilidad mecánica.
Rinde 90 CV de potencia a unas contenidas 7.500 vueltas. Obviamente no puede competir en cifras con los modernos propulsores refrigerados por agua, pero aquí las prestaciones puras no son lo importante, sino el poder conseguir unas sensaciones olvidadas, de otra época.
Para los que alguna vez habéis tenido motos refrigeradas por aire, como un servidor, coincidiréis conmigo en lo agradable que resulta poder escuchar otra vez ese repiqueteo del metal al enfriarse cuando detienes el motor. Ese es un sonido de otra época que cada vez cuesta más escuchar, pero que la Honda CB 1100 recupera para nuestros oidos en clave de nostalgia por los tiempos pasados.
A parte de eso, destaca el bastidor de doble cuna de acero al estilo tradicional y los amortiguadores gemelos en el eje posterior que unen diréctamente el subchasis con el basculante. A nivel técnico no es la solución más dinámica ya que este esquema se caracteriza por tener un tacto seco y por generar ciertas torsiones en la zaga de las motos que lo implementan al tomar curvas, pero volvemos a lo mismo: las prestaciones puras aquí no importan.
Actualmente la CB 1100 se vende en dos sabores diferentes. Por un lado, la que para mi tiene más sentido, está la versión EX de corte más clásico y tradicional ya que cuenta con llantas de radios de 18 pulgadas, suspensión delantera Showa de 41 mm de diámetro y en general una estética vintage mejor lograda. Puede adquirirse nueva por 13.900 euros.
Por otra parte, Honda ofrece la CB 1100 RS, una versión más prestacional y que personalmente me recuerda un poco a las café racer: motos de estilo clásico pero modificadas por sus propietaros en busca de mejores prestaciones. La RS cuenta con suspensiones Showa que aquí crece hasta los 43 mm, de mayor calidad, y que contrastan con la sobriedad general del conjunto ya que están acabadas en color amarillo. También incorpora pinzas de freno de anclaje radial de cuatro pistones firmadas por Tokico.
También monta llantas de aleación de 17 pulgadas con neumáticos de mayor medida. La EX equipa una 110/80 R18 y una 140/70 R18 en los ejes delantero y trasero respectivamente; mientras que la RS lleva unas gomas 120/70 R17 y 180/55 R17 en el tren anterior y posterior. Pese a sus mejores componentes, la tarifa de la RS no aumenta en exceso ya que puede adquirirse por 14.300 euros.
Si se analizan con frialdad las especificaciones técnicas, pueden parecer precios desorbitados por unas motos que en el apartado técnico son bastante discretas. Pero eso sería un error. Estas motos son únicas. Ofrecen unas sensaciones que hoy en día son muy difíciles de encontrar y una calidad de diseño, de fabricación y en general de cuidado por los pequeños detalles sencillamente excelente.
Al final, no hacen falta 200 caballos, ni lo último en suspensiones invertidas multiregulables, ni tampoco frenos radiales de última generación. Esta Honda CB 1100 se disfruta de una forma diferente: subiéndote a ella y dándote un paseo tranquilo, admirando cómo se hacían las cosas en los viejos tiempos y también disfrutando de una estética sencillamente espectacular.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS