Con el cambio de milenio la marca del ala dorada traía un scooter de nueva factura que se postulaba como el más potente y rápido del momento, además de una nueva configuración mecánica. El Honda Silver Wing 600 sentaba unas nuevas bases en el segmento- y junto con el Tmax de Yamaha, se disputaban las ventas en un mercado con nuevas demandas.
Lo que esta claro es que Honda no buscó con el Silver Wing un scooter de prestaciones puras, como sí lo hizo Yamaha. La idea era clara en este respecto, y la suavidad y fiabilidad eran los pilares sobre los que se diseñó y fabricó el ala de plata, siguiendo las bases que en su día sentó la excelsa Honda Gold Wing, pero en esta ocasión sobre un segmento bien distinto, el de los scooter.
Como ya hemos comentado, todo era nuevo en el novedoso producto de la marca nipona. Con un motor bicilindrico de cuatro tiempos y refrigeración líquida, cubicaba la generosa cilindrada de 582 cc. Además, contaba con un novedoso sistema de inyección para su alimentación, cosa que en la TMax, por ejemplo, se siguió confiando en carburadores para tal fin.
Con estos datos era capaz de entregar una potencia máxima de 48 CV a 7.500 RPM consiguiendo su velocidad máxima, 182 km/h, justo antes del corte de encendido a 8.700 RPM. Como podemos observar las prestaciones del Silver Wing eran de primera a pesar de contar con un peso que superaba ampliamente los 200 kilos.
El Honda Silver Wing llegaba a principios de 2001 con una fórmula no vista hasta el momento en ningún otro maxiscooter, gracias a un propulsor bicilíndrico de nada menos que 582 cc
Lo mejor en este maxiscooter era la suavidad y linealidad con el que se movía. Evidentemente todo esta dicho ya sobre estas características en la marca japonesa, pero en este Silver Wing se hacían aún más patentes si cabe.
En cuanto a la parte ciclo, los técnicos de Honda equiparon a su nuevo maxiscooter con elementos de primera calidad y mistificación, como por ejemplo su frenada compuesta por un disco de 256 mm y otro de 220 mm mordidos por pinzas de tres pistones y comandados por el sistema CBS visto ya en la hipersónica Honda CBR 1100 XX. El sistema ABS se instauró después, reemplazando al CBS.
También siguiendo la línea de la Super Blackbird, montó un faro multi reflector en su frontal compuesto de sendas ópticas superpuestas y con el que se garantizaba una visión nocturna Premium.
Las suspensiones, compuestas por una horquilla telescópica hidráulica delante y un doble amortiguador trasero en la parte posterior, fueron otro elemento donde la marca nipona se centró especialmente, buscando ante todo -y como ya hemos comentado- el confort por encima de cualquier otra cosa.
Así que el tarado de estas se estableció más bien blando, siendo a altas velocidades un poco flotante a pesar de su llanta delantera de 14 pulgadas, que buscaba en este caso conferirle la mayor estabilidad posible en todas las situaciones a las que nos viésemos abocados estando a sus mandos.
Gracias a una calidad de acabados rozando la perfección y un confort de marcha único en su especie, el Silver Wing 600 se convertía en el compañero perfecto para el día a día en cualquier desplazamiento que nos planteáramos
A nivel de equipamiento, y como no iba a ser menos en un producto nacido de la casa del ala dorada, estaba a la altura del resto del conjunto gracias a elementos como el respaldo del piloto, que se podía regular hasta en 10 posiciones diferentes para encontrar la mejor postura a bordo o un gran espacio de carga bajo su asiento donde podríamos dejar dos cascos integrales guardados o cualquier otro bulto de tamaño similar.
También incorporaba el novedoso sistema de seguridad H.I.S.S, con el que el modulo de encendido quedaba totalmente deshabilitado una vez la llave fuera del contacto. Hablando de contacto, su cuadro de mandos era otro de los elementos a destacar por lo completo de este, con velocímetro, cuentarrevoluciones y un panel digital de igual forma y tamaño al tacómetro donde disponíamos de reloj horario, nivel de combustible o temperatura del líquido refrigerante entre otros. Justo debajo del velocímetro una tira de chivatos completaba el tablero de instrumentos.
A lo largo de las casi 15 temporadas que estuvo en el mercado, hasta la llegada del nuevo Honda Integra, se han ido incorporando nuevos elementos, aunque la base y propulsor se han mantenido casi inalterados, por lo que nos da una idea de la calidad y perfección con la que se diseño y elaboro este maxiscooter. Discos de mayor diámetro o un nuevo sistema de frenado incluyendo el ABS son los elementos más destacables en los mencionados cambios.
En la actualidad, y en el mercado de ocasión, tenemos bastantes unidades donde poder adquirir uno de estos efectivos scooter con precios que parten desde los 2.000 euros hasta los 6.000-7.000 euros si queremos uno de los últimos fabricados. De decantarnos por él seguro que no os arrepentiréis, porque es un compendio magnifico de características de los que solo Honda sabe dar a sus clientes.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.COMENTARIOS