La Indian Velo 500 es una de esas motos que nacieron en una época oscura y complicada para la firma estadounidense. Floyd Clymer, quien estaba al mando de Indian, hizo infinidad de intentos para revivir la marca, como asociarse con Royal Enfield para crear la Trailblazer, o colaborar con dos compañías alemanas como Munch y Horex.

Editor de revistas, escritor de libros sobre motocicletas y automóviles, ex piloto –ganó el primer Pikes Peak a lomos de una Excelsior–, ex vendedor de motos… Floyd Clymer nunca estaba quieto, veía oportunidades casi en cada esquina y no le tenía miedo a nada, o casi. No importaba el desafío, él estaría ahí para afrontarlo, tal y como hizo con Indian. ¡¡Incluso estuvo en prisión!!

Floyd empezó a usar el nombre de Indian en 1963 –hay quien dice que sin siquiera adquirir sus derechos– y había mucho trabajo por delante. La firma norteamericana llevaba tiempo un poco a la deriva y las cuentas no estaban muy boyantes, así que lo primero que hizo fue descartar un motor de dos cilindros desarrollo exprofeso por su poca rentabilidad, tanto económicamente como comercialmente. La llegada de los japoneses no solo afectó a Europa, en Estados Unidos también había una pequeña obsesión con sus motos.

Sin embargo, Floyd tomó otro camino y en lugar de buscar inspiración en Japón, miró hacia Italia y se asoció con Leo Tartarini, ingeniero que por entonces trabajaba en Italjet. Tras eso, pensaron en una gama que abarcara toda clase de motos, desde pequeñas con motores Minarelli de 50 centímetros cúbicos, hasta grandes bicilíndricas de 750 centímetros cúbicos con motores Royal Enfienld.

La Indian Velo 500 procede de esa época y estaba situada en una gama media, cuyo corazón era un monocilíndrico de la firma Velocette. Un motor de 499 centímetros cúbicos con 34 CV a 6.200 revoluciones y una caja de cambios de cuatro relaciones. Según la fuente consultada, se fabricaron entre 100 y 150 unidades antes de que Indian volviera a tener problemas económicos, básicamente, porque la gente no se fijó en la Velo 500 ya que los japoneses acaparaban toda la atención. Sirva como ejemplo que, en el mismo año que se comenzó a comercializar la Indian Velo 500, 1969, se presentó la Honda CB 750…

Así, Indian comenzó a no pagar a los proveedores –lo que llevó a Velocette a la quiebra, por cierto– y a tener problemas de dinero. En 1970, además, fallece Floyd Clymer de un ataque al corazón, el cual se dice fue provocado, en parte, por el mal devenir de las cosas con Indian y su Velo 500.

Se dice que se fabricaron unas 150 unidades de la moto, porque Clymer había logrado comprar unos 150 conjuntos motor-transmisión de Velocette, de los cuales, poco menos de 50 unidades tenían culatas especiales –puertos de admisión modificados, ángulo de válvulas diferente y una cámara de combustión más plana–.

El chasis procedía de Italjet –diseño de Tartarini– y se vestía con una carrocería de estilo europeo muy dinámico y atractivo, que mezclaba algunos rasgos británicos e italianos.

Las imágenes son de Mecum Auctions