He de reconocer que tengo cierta predilección por las minimotos, aunque curiosamente no he tenido el placer de conducir una y mucho menos de haber sido propietario. Y dentro de las minimotos, aquellas desarrolladas para ser plegables y ocupar el mínimo espacio, son para mi el súmmum. Sin duda, tendría una Motocompo, aunque no le haría ascos a una Italjet, a una Carnielli o a una Suzuki TR 50 Street Magic. Atesoraría varias, utilizando la disculpa de que como ocupan poco. Y aun me sobraría sitio para la protagonista de hoy, la Mecatecno Chic DW/50.
La Mecatecno Chic fue el tercer modelo de la marca española especializada en motos para niños, tras la Mecatecno Hobby y la Cuc, aunque curiosamente no es una moto para niños. No era la primera vez que en España se intentaba lanzar una minimoto. Ahí tenemos la Mini Marcelino o la poco conocida Montesa Mini Mini. Pero no dejaba de ser motos con las que pasar un rato, y poco más. Realmente no estaban pensadas para usar de forma cotidiana. Y viendo la Chic con su manillar plegable, podríamos pensar lo mismo. Sin embargo, la realidad era bien distinta.
Vio la luz a principios de los 80, y fue el primer vehículo de la marca que consiguió la homologación para circular por las vías públicas. Esto supuso para Mecatecno algunos cambios en sus planes iniciales, pues estando considerada como ciclomotor, debía tener los pertinentes pedales. De igual forma, y aunque la fábrica catalana intentaba hacerlo todo en casa, algunas piezas eran importadas de Italia, y debido a la política proteccionista que todavía imperaba en nuestro país, para algunos componentes se tuvo que buscar otros proveedores nacionales.
De reducidas dimensiones, estaba construida utilizando un chasis autoportante. El tubo superior hacía las veces de depósito de gasolina (1,4 litros incluyendo 0,2 litros de reserva). El chasis era vestido por una carrocería de fibra de vidrio y poliéster, en el que estaba integrado también el guardabarros, y sobre él una práctica cesta para llevar la compra. A la derecha, justo detrás del motor, había una pequeña caja de herramientas.
El motor de la Mecatecno Chic era el conocido Franco Morini, que ya se usaban en las minimotos para niños de la firma, un monocilíndrico de dos tiempos con refrigeración por aire. Se anclaba al chasis mediante unos tacos de goma, lo que minimizaban en parte las vibraciones. Con unas dimensiones internas de 39×41,8 mm, cubicaba 49,9 cc y ofrecía una potencia máxima de 1,5 CV. El encendido era por volante alternador, y la alimentación mediante un carburador del 12 mm.
El propulsor contaba con algunas peculiaridades. Por ejemplo, el arranque por palanca situado en el lado derecho era en el sentido de la marcha. Esto imposibilitaba, por ejemplo, poder arrancarla a empujón. Otro detalle nada habitual era un embrague automático centrífugo en baño de aceite, en vez de uno de tipo variador. Aunque el de variador permite un mayor rendimiento y prestaciones cuando la carretera es en subida, también ocupa más espacio y en esta moto se intentó mantener al mínimo el peso y el tamaño.
La horquilla delantera era telescópica, con barras protegidas por fuelles. Detrás llevaba una horquilla basculante con amortiguadores de simple efecto. Las llantas, fabricadas por Nagesti con tres brazos dobles, calzaban neumáticos de 3,00×10″. Los frenos de tambor destacaban por su potencia de frenada, siendo fácil derrapar e incluso hacer un invertido.
La velocidad máxima era de 40 km/h, y el peso en orden de marcha, de solamente 36 kg. Lógicamente, el manillar se podía plegar y el asiento, regulable en altura, bajar al máximo para que ocupase el mínimo espacio. Incluso los pedales estaban escondidos (los pies iban en reposapiés plegables), que no estorbaban al circular como en otras.
Repasando pruebas de la época, en todas destaca que pese a las esperables reacciones fruto de una distancia entre ejes mínima, una horquilla casi vertical y unas llantas muy pequeñas, la Mecatecno Chic es perfectamente utilizable en el día a día. Esto era algo de lo que hasta entonces ninguna minimoto podía presumir, excepto quizás la Honda Monkey.
En el momento de su lanzamiento su precio era de 58.900 pesetas. Posteriormente saldría la Chic 2 con pequeños cambios y, finalmente, la Mecatecno Chic Funny que tenía un asiento más grande que no se regulaba, y prescindía del transportín (es el modelo de portada).
Hoy en día es posible encontrar ejemplares de la Mecatecno Chic entre los 500 y los 900 euros, dependiendo del estado y de si está o no matriculada. Este detalle es muy importante, ya que sin estar matriculada no podrías circular por la calle a no ser que la hagas histórica, lo cual es bastante caro teniendo en cuenta que es un ciclomotor.
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Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS