Moto Guzzi suele ser sinónimo de pasión italiana, que se apresura a ser categorizado con la etiqueta de una “moto con carácter”. Al igual que la historia inconstante de las películas como prueba, es bastante frecuente que algunos actores dejen una obra indeleble grabada, mientras que otras estrellas se han marchitado en la memoria de manera efímera.
Si el mundo de la gran pantalla estuviese protagonizado por motocicletas, entonces la Moto Guzzi V11 Coppa Italia, sin duda, sería la actriz con más carácter de entre todas ellas. Al igual que su contraparte cinematográfica, la V11 Coppa Italia es, al principio, difícil de clasificar. Tiende a desafiar la idea de la mayoría de los entusiastas de lo que constituye una moto deportiva. Es, grosso modo, un cúmulo de cosas en un solo frasco.
Sin embargo, sacudir el árbol de la historia de las carreras para ver qué cae y qué queda en las ramas revela el rico legado del mundo de las carreras de Moto Guzzi, que son un testimonio de las fuertes raíces de la compañía. En tiempos pretéritos, estas máquinas se encontraban en el epicentro del movimiento motociclista italiano en Europa en las décadas de los años 40 y 50.
Moto Guzzi posee una personalidad única tanto en diseño como en rendimiento. El característico motor V-twin en posición longitudinal con las enormes culatas a ambos lados del depósito de gasolina –y en línea con las rodillas del piloto– sirve para recordar con cierta conciencia estimulante lo que hay entre las piernas: potencia y fuerza, ambas entregadas de una forma única.
La compañía italiana no escatima en equipar a sus productos con los mejores componentes, y la Moto Guzzi V11 Coppa Italia no es una excepción. Horquilla firmada por Öhlins, frenos y llantas de aleación cortesía de Brembo Gold Series, y un excelente tacto de los mandos con un toque de buen gusto por las piezas anodizadas. El enorme motor y el eje de transmisión de la Coppa Italia dan la ilusión de un gran volumen, y con acertada razón.
La Moto Guzzi V11 Coppa Italia lanzó al mercado en 2003 para homenajear la participación de la marca en el Campeonato Italiano de Motocicletas Naked
El motor, de 1.064 cm3, ofrece 91 CV de potencia de una forma suave y predecible, sin picos no deseados y repentinos. La Moto Guzzi V11 Coppa Italia tan solo se vendió en un esquema de pintura tricolor: plateado, rojo y verde. Otra característica única era su posición de conducción, totalmente diseñada para el piloto con una postura cómoda y diales sencillos de interpretar.
Un motor que responde cuando se le pide, un chasis a la altura de su mecánica, y una postura de conducción que poco deja que desear. Puede que no sea la moto más perfecta, pero bien es cierto que tampoco fallaba terriblemente en nada. No creo que sea una máquina indigna de merecer nuestro sello de moto con espíritu RACER.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.Brutal, siempre ha sido para mí LA MOTO por excelencia, y por unas cosas u otras nunca he tenido una, y eso que he tenido otra rara avis como la Cagiva Raptor, pero la V11 en todas sus versiones me vuelve loco, una Le Mans tengo como fondo de pantalla en el portatil, esta joyita me encontré el año pasado en las calles de la Bañeza, por cierto, su carrera urbana es para mí el mejor evento motociclista dentro del territorio nacional.