La Royal Enfield Continental GT 650 es una de las dos motos que están metiendo al fabricante indio de lleno en el siglo XXI. La otra es la Royal Enfield Interceptor 650, de la que os hablamos hace unos días. Y si me lo permitís, en este saco también metería a la Royal Enfield Himalayan, pese a su motor monocilíndrico de la “vieja escuela”.
La Continental GT y la Interceptor son dos motos técnicamente bastante parecidas. De hecho, podríamos decir que son dos sabores diferentes de la misma base, ya que tanto el motor como el chasis y las suspensiones son comunes a ambos modelos.
Sin embargo, a la hora de evaluar el paquete completo hay importantes diferencias, y los indios han sabido dotar a cada modelo de una personalidad propia tan sólo cambiando la estética y la ergonomía entre ellas.
La Interceptor tira más a un estilo roadster, similar al que podríamos encontrar en las motos americanas de los años 60, mientras que la Continental bebe de las café racer que tanto éxito tuvieron en la vieja Inglaterra durante la misma década.
En la práctica eso se traduce en que la Royal Enfield Continental GT tiene una posición más al ataque, cargando más peso sobre los brazos debido a que sus semimanillares están ubicados en una posición más baja respecto a la barra de una sola pieza que monta su hermana. Es menos cómoda, pero más deportiva.
La Continental GT es una moto que mola. Esa estética café racer unida al toque retro tan auténtico que imprime Royal Enfield en todas sus motos, hacen de este modelo una auténtica preciosidad. Los escapes gemelos a ambos lados, así como las tapas laterales del motor cromadas, o los semimanillares tras el faro frontal redondo sin ningún carenado que los esconda… es como montarse en una máquina del tiempo.
Sin embargo, no es una moto tan polivalente y apta para el día a día como la Interceptor. A la ya citada ergonomía hay que añadir que monta un asiento monoplaza de mullido ínfimo, por lo que tu acompañante tendrá que quedarse en casa y tú… tampoco querrás irte muy lejos. Eso sí, la cola de la moto es una preciosidad acabando con ese respaldito vertical y el plástico buscando la forma más aerodinámica posible; algo que nos traslada de pleno al mundo de las carreras de hace 50 años.
En lo que respecta a la técnica, monta el nuevo propulsor bicilíndrico de Royal, una unidad de 650 cm3 y refrigerada por aire y aceite. La potencia máxima alcanza los 48 CV a 7.100 RPM, ideal para el carné A2. Y ya no es solo la cifra, la Continental es una moto sencilla de llevar y amable con el piloto, ideal para dar tus primeros pasos en este mundo.
En cuanto a ciclística y capacidades dinámicas, no es una moto mala en absoluto y solo peca de un peso algo elevado, ya que son 184 kg en vacío. En lineas generales rinde a un nivel similar al de sus principales competidoras en este segmento, si es que se puede hablar de competidoras directas, ya que es complicado encontrar otra moto que tanto por imagen como por precio o por orientación se asemeje a esta.
Por un lado, la Royal Enfield Continental GT es rival de las naked racionales para el carné A2, ya que es una moto de corte económico y fácil de llevar, pensada para moteros con el carné recién sacado. En este nicho juega a su favor con un motor más grande y una imagen propia y diferente al resto.
Pero por otro lado, esta moto también puede competir contra propuestas retro de otros fabricantes como Triumph o Moto Guzzi, y además lo hace reventando el precio de mercado, ya que tiene una relación calidad precio muy buena y se puede sacar por 6.400 euros nueva de concesionario.
En cualquier caso, me parece digno de celebrar que Royal esté de vuelta con productos enfocados al gusto del consumidor occidental, con una imagen muy cuidada y un precio apto para todos los públicos.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.Me encantan ambas y me parece que tiene un precio justo para lo que ofrecen, no como otras que se aprovechan de la actual moda “vintage” u “old school” para inflar los precios de determinados modelos,.