Moto del día: Triumph Tiger 955i

Moto del día: Triumph Tiger 955i

No es una moto muy recomendable si no tienes las piernas largas


Tiempo de lectura: 3 min.

En el año 2001 se puso en circulación la Triumph Tiger 955i, un modelo que, como se podía apreciar a simple vista, tenía el objetivo de hacerle la vida un poco más complicada a la BMW GS, la intocable motocicleta alemana, la cual, reina casi a sus anchas entre las trail de gran tamaño.

A comienzos del Siglo XXI, las trail todavía no habían alcanzado la enorme popularidad que tienen hoy día, pero como ocurría con los SUV en el sector de las cuatro ruedas, empezaban a despuntar y recibir muchas atenciones por parte del público. Y no era por falta de opciones, porque había trail para todos los gustos y para todos los bolsillos.

La Triumph Tiger 955i llegaba, no obstante, en pleno crecimiento de la firma británica, la cual, buscaba expandir su presencia a todos los segmentos posibles. Fue entonces cuando lanzó modelos como la Triumph TT 600, con la que sorprendieron a todos –pero no lograron destacar realmente en su categoría–, la Triumph Sprint ST 955i –directa a por la Honda VFR 800–, la Triumph Speed Triple o la Triumph Sprint RS 955i.

En centro de aquella evolución, y el corazón de la Tiger 955i, era su motor, un nuevo tres cilindros de, obviamente, 955 centímetros cúbicos, que en el caso de la maxi trail rendía 105 CV, pero que en los otros dos, podía subir hasta los 120 CV. Ese motor influía claramente en el carácter de la Triumph Tiger, ya que, según las pruebas de la época, destacaba por un talante bastante deportivo, aunque había que lidiar con un peso de 215 kilos –que con todos los llenos, y según mediciones de los medios, pasaba a 248 kilos– y con una altura del asiento al suelo de 840 milímetros.

Triumph Tiger 955i (2)

Si equipaba el juego de maletas y la pantalla alta, la Tiger 955i podía convertirse en una auténtica rutera, y además, era alrededor de 2.000 euros más barata que la BMW GS

Aunque tenía aspecto de moto “campera”, en realidad, como casi todas las maxi trail, era una motocicleta claramente asfáltica, que contaba con una faceta turística que acabó por ser muy apreciada gracias al juego de maletas que ofrecía la propia Triumph.

La imagen que le concedieron los diseñadores de Triumph tenía tantos seguidores como detractores, sobre todo por culpa de ese par de proyectos circulares, que estaban coronados con adhesivos negros que daban la impresión de ser unas cejas. Al menos, y de eso no cabe la menor duda, personalidad tiene para dar y tomar, tanto como su motor, que podía lanzar a la Tiger 955i hasta rozar los 215 km/h.

No fue una moto rompedora, y tampoco logró destacar por encima de la referencia del segmento, la GS de BMW, pero según la prensa británica, es una moto fiable, dura y con la que se puede recorrer muchos miles de kilómetros si se cumple con el programa de mantenimiento.

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Sobre mí

Javi Martín

Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.

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