Victoria (no confundir ni con la desaparecida Victory americana ni con la británica Victoria Motorcycle Company), era una empresa alemana afincada en Núrenberg y especializada en fabricar bicicletas, pero que en 1901 empezó a fabricar motocicletas hasta aproximadamente 1966. Entre el gran número de modelos que desarrolló, hay uno que destaca por méritos propios, siendo hoy un objeto muy apreciado en colecciones de todo el mundo por el poco número de ellas que ha sobrevivido. Hablamos de la Victoria Bergmeister V35 Sport.
Tras reanudar la fabricación de motos en 1946 una vez terminado el conflicto de la Segunda Guerra Mundial, los primeros modelos en volver a salir de la cadena de montaje fueron aquellos de menor cilindrada y que habían sido desarrollado años antes. pero en 1953 y paralelamente al que fue su modelo más conocido, la Victoria KR 16 Aero, la marca alemana presentó nuestra protagonista de hoy, con Küchen como encargado de diseñarlo.
Seguro que lo primero que os ha llamado la atención ha sido la configuración del motor. Efectivamente se trata de un bicilíndrico en V ubicado en posición transversal, como por ejemplo las Moto Guzzi. Y es que precisamente la marca italiana tiene mucho que decir en el desarrollo de este motor, puesto que los ingenieros de Victoria se basaron en los motores fabricados por la centenaria marca de Mandello del Lario.
Cubicaba 347 cc (64×54 mm), con dos cilindros en un ángulo de 80º (las Guzzi van a 90º), refrigeración por aire, culata OHV y una potencia cifrada en aproximadamente 21 CV. Esto se traducía en una velocidad máxima aproximada de 130 km/h y un peso total de unos 176 kg.
La caja de cambios (separada y de cuatro velocidades) recurría a una combinación mixta. Desde el motor, el movimiento llegaba a la propia caja de cambios a través de un sistema de cadena y de aquí, llegaba a la rueda trasera gracias a un eje cardán. Contaba con frenos de tambor en ambas ruedas, una horquilla telescópica delante y amortiguadores de émbolo traseros.
La Victoria Bergmeister V35 Sport (Bergmeister significa en alemán inspector de minas, no sabemos si guarda relación), estaba extremadamente bien diseñada y cuidada hasta el más mínimo detalle. Esto hizo que para la época fuese extremadamente cara, mucho más que lo que una marca pequeña como Victoria se pudiese permitir. Tras poco más de 1.000 unidades fabricadas, el modelo fue descartado debido a sus bajísimas ventas. Hoy en día sobreviven unas pocas unidades, y por ello decíamos que se trata de una de las motos de la posguerra más cotizadas, con precios que se aproximan y en algunos casos superan con facilidad los 15.000 euros.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS