La búsqueda de formas más limpias de moverse no es ninguna novedad. Husmeando en el archivo de los fabricantes podemos encontrar modelos como la Yamaha FC-me, una moto de pila de combustible de metanol que se usó en Japón como vehículo de prueba. Demos un salto atrás en el tiempo hasta el 2003.
Fue en ese año cuando Yamaha presentó el prototipo FC06, con la primera pila de combustible de metanol para una motocicleta que era capaz de entregar 0,5 kW de potencia. El fabricante llevaba desde los años 80 haciendo experimentos con pilas de combustible. Aquel prototipo contaba con un enchufe de 300 W que servía para dar energía a otros consumidores en caso de emergencias o desastres. Vamos, como una planta energética portátil y automóvil.
Dos años después, en 2005, se presenta la FC-me en el Salón de Tokio, con una pila el doble de potente. Este vehículo mide 1,5 metros de largo, 0,6 metros de ancho y 0,97 metros de alto. Es muy ligero, tan solo 69 kg, y está especializado en desplazamientos urbanos. Su motor eléctrico de magneto síncrono permanente entrega 0,95 kW/1,3 CV a 1.830 RPM, así como un par máximo de 5,4 Nm a 560 RPM. Cuenta con una batería intermedia de iones de litio.
Yamaha justificó la utilización de una pila de combustible de metanol en vez de hidrógeno porque evita los depósitos de alta presión y todas sus complicaciones. El metanol en base acuosa se echar en el depósito de combustible, hecho de materiales mucho más económicos y ligeros, no lastrando por tanto a un vehículo que no es muy potente que digamos. Obviamente estamos hablando de un ciclomotor.
Es un scooter un poco atípico. Los componentes de la pila de combustible condicionan mucho su diseño, pero no así el depósito de metanol. Agrupa la óptica delantera e intermitentes en una posición muy baja y sobre los mismos tiene una rejilla portaequipaje. Aparentemente no tiene espacio bajo el asiento para colocar nada voluminoso.
Se aprecian frenos de tambor, horquilla convencional y un monoamortiguador izquierdo para el basculante. La rueda delantera es claramente más pequeña, pero más ancha que la trasera. El motor eléctrico parece alojarse en el propio cubo de la rueda, incluyendo el freno de tambor. Un prominente radiador mantiene la pila de combustible bien refrigerada.
La pila de combustible de metanol (CH3OH) produce dos residuos, vapor de agua (H2O, como una pila de hidrógeno) y dióxido de carbono (CO2), pero no hay ningún contaminante. En otras palabras, por el escape de la FC-me solo salen gases ya presentes en el aire común y que son totalmente inocuos, aunque el CO2 es un gas de efecto invernadero, mas no produce más que unos gramitos. Esta es la reacción química completa, tened en cuenta que el oxígeno (O2) lo toma como cualquier moto convencional por admisión:
Yamaha se basó en los datos recopilados en la utilización de los prototipos FC06 y creó un sistema más fiable y con mayor autonomía efectiva; lo llamaron DMFC (Yamaha Direct Methanol Fuel Cell) y tenía una electrónica más avanzada. Gracias al DMFC, la misma cantidad de metanol podía llevar al nuevo prototipo a una distancia un 50 % mayor que el FC06. Además, la reevaluación de sus componentes dio como resultado un conjunto más ligero.
Algunos usuarios de la Prefectura de Shizuoka (Japón) estuvieron probando la FC-me pagando una cuota de leasing al fabricante que a buen seguro no cubría los costes del vehículo ni su mantenimiento. El contrato se firmó el 16 de septiembre de 2005. Dicha prefectura probó otros vehículos alternativos en los años sucesivos.
En 2007 Yamaha presentó en el Salón de Tokio la evolución de la FC-me, denominada FC-Dii. La diferencia salta a la vista, el faro queda en una posición más convencional, y el conjunto se parece menos todavía a un scooter típico, con casi todo carenado. Contaba con la pila de combustible más eficiente de su clase, un 30 % de conversión de energía. Como “caldo” usa metanol al 54 % en base acuosa.
Las dimensiones son 1,59 metros de largo, 0,6 m de ancho y 0,995 m de alto, por tanto un poco más largo y un poco más alto. Pesa solo 3 kg más. La potencia máxima asciende a 1,2 kW a 2.250 RPM y el par máximo a 7,5 Nm a 310 RPM. El depósito de metanol aloja 3,6 litros. Como novedad, destacar que la batería de iones de litio se podía sacar para recargarla externamente.
Lamentablemente no podemos contar mucho más sobre su técnica o sus características, ya que a veces prototipos tan recientes no cuentan con información en línea cuando un gran sitio web -como el de Yamaha- se remodela, así que hay que bucear en cachés y similares. Además, tampoco contaron mucho más, aunque a nivel de ciclística es prácticamente la misma moto.
La idea de la pila de combustible de metanol no ha sido abandonada del todo, si bien Yamaha presentó un prototipo de moto de pila de combustible de hidrógeno, FC-AQEL, de la que ya os hemos hablado. Se da la circunstancia de que los prototipos FC-Dii y FC-AQEL se presentaron al mismo tiempo para el gran público, en el mismo Salón de Tokio de 2007.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.COMENTARIOS