Moto del día: Yamaha OW35K Kenny Roberts

Moto del día: Yamaha OW35K Kenny Roberts

Gracias a ella y sus sistema YPVS Kenny Roberts desplegó un inusual y muy físico estilo de pilotaje en el mundial de 1978


Tiempo de lectura: 4 min.

En la mente de muchos aficionados la Yamaha OW35K no ha quedado en su memoria tanto por ella misma como por las estampas que protagonizó al ser pilotada por Kenny Roberts. Un piloto tan excesivo y radical que parecía llegado de otro mundo. Y en gran parte así lo fue, ya que su estilo de pilotaje aguerrido y muy físico procedía de las carreras norteamericanas de Dirt Track. Especialidad en la que se había forjado antes de llegar al mundial de motociclismo, estado por tanto acostumbrado a una forma de llevar la moto muy alejada de la sempiterna finura y tacto protagonista en los pilotos europeos.

Lejos de ello, su estilo de pilotaje podía ser calificado hasta de suicida por algunos. Sin embargo, Kenny Roberts sabía muy bien lo que estaba haciendo. De hecho, fue uno de los primeros pilotos en presentar quejas formales por la falta de seguridad en los circuitos. Algo que acabó con carreras como las celebradas en Montjuïc, previniendo una escalada innecesaria de muertes en trazados que, evidentemente, ya no estaban preparados para las velocidades alcanzadas desde los años sesenta por los participantes en el mundial. Así las cosas, el estilo de pilotaje de Kenny Roberts era mucho más calculado de lo que pudiera parecer. En primer lugar se caracterizaba por la utilización de las rodillas para equilibrarse en las curvas.

En este sentido, no es difícil encontrar imágenes suyas en las que se le ve rozar con ésta el asfalto. Un gesto característico que, a partir de ese momento, comenzó a ser más y más imitado entre los pilotos del mundial hasta llegar a ser normalizado. Además, y en una aplicación directa de todo lo aprendido en el Dirt Track, manejó con soltura la capacidad de derrapaje abriendo gas de repente a la salida de las curvas. Así las cosas, el estilo de Kenny Roberts marcó un antes y un después en el mundial de medio litro y no sólo por ser el primer piloto norteamericano en conquistarlo, sino especialmente por aquella visión renovada sobre la forma en la que manejar motocicletas como la Yamaha OW35K. Una de las variantes nacidas de la YZR500 original de 1973.

A comienzos de los setenta Yamaha se propuso asaltar al dominio ejercido por MV Agusta en la categoría del medio litro presentando la YZR500. Y lo consiguió, primero con Giacomo de Agostini y posteriormente tres veces más con Kenny Roberts

Yamaha OW35K, la mítica montura de Kenny Roberts

Repasando la historia del mundial de medio litro vemos una hegemonía incontestable de MV Agusta hasta los años setenta. Claramente dominadora con sus modelos de cuatro tiempos, la casa italiana incluso logró salir airosa de los convulsos años sesenta y el desembarco del motociclismo nipón. No obstante, tras los éxitos obtenidos en categorías inferiores, Yamaha decidió arrebatarle el trono a comienzos de los setenta.

Por ello, en 1973 apareció la Yamaha YZR500. Un modelo con cuatro cilindros y dos tiempos caracterizado por su suspensión trasera en basculante oscilante con dos amortiguadores regulables. Su estreno no pudo ser mejor. Ya que, en la primera carrera – GP de Francia – se hizo con la pole y la victoria. Sin embargo, la muerte de Jarno Saarinen en el circuito de Imola junzo a Renzo Pasolini hizo que Yamaha no acabase la temporada por respeto a la memoria de su piloto.

No obstante, en 1974 Yamaha regresó con fuerza gracias al fichaje de Giacomo de Agostini, logrando al año siguiente la victoria en el mundial de medio litro. Llegados a este punto, el objetivo no sólo se había conseguido sino que todo apuntaba a que podría revalidarse. Un momento dulce para la marca nipona, la cual sin embargo vio cómo tenía que abandonar el mundial durante un año por complicaciones derivadas de la Crisis del Petróleo.

yamaha kenny roberts (1)

El estilo de pilotaje de Kenny Roberts impresionó sobre el asfalto, haciendo gala de un dominio del derrapaje que venía de su experiencia en las carreras norteamericanas de Dirt Track

Así las cosas, regresó en 1977. El prólogo a la excelente temporada del año siguiente, caracterizada por el fichaje de Kenny Roberts. Un piloto tan diferente a todos los demás que rápidamente se ganó el apodo de “ El Marciano , ganando tres títulos mundiales en el medio litro para Yamaha desde 1978 hasta 1980. El primero de ellos gracias a la Yamaha OW35K, equipada con una válvula de escape YPVS con la capacidad de sincronizar el escape para reducir en la medida de lo posible las pérdidas de par. Una ventaja tecnológica destacable, pero insuficiente por sí sola para explicar aquellas victorias. Producto de la calidad de la Yamaha, pero también del revolucionario estilo de pilotaje anunciado por el legendario Kenny Roberts.

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Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

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