La Yamaha RD200 es un modelo muy poco conocido en España, donde la RD350 de los 80 fue la representante más popular de la saga “Race Developed”, mientras que la más deseada fue la Yamaha RD500. Se fabricó desde 1973 hasta 1981 y contó con dos versiones que se diferencian, básicamente, por su diseño.
A finales de los años 60, se podían comprar motos japonesas casi de cualquier cilindrada. Las marcas niponas probaron con todo tipo de cubicaje, desde 50 centímetros cúbicos hasta bien pasados los 1.000 centímetros cúbicos, y entre medias, cosas tan raras con 65 o 110 centímetros cúbicos. La expansión por todo el mundo y la enorme competitividad de sus fábricas, les llevaron a probar casi de todo.
Por eso, la saga de las Race Developed, las míticas Yamaha RD, tuvo diferentes miembros, algunos de lo más pintoresco, como la Yamaha RD200 –también hubo una Yamaha RD50 y una Yamaha RD80, modelo este último que se comercializó en España–. La moto se dio a conocer en 1973 y sus ventas comenzaron en 1974, como modelo destinado a ocupar el hueco que había entre la Yamaha RD125 y la RD250.
Frente a ellas, era 16,9 kilos más pesada que la primera, pero 23 kilos más ligera que la segunda. En su chasis, un simple cuna en tubo de acero, se anclaba un motor muy característico de la saga RD: un motor de ciclo “dos tiempos”. Tenía dos cilindros, 195 centímetros cúbicos y alimentación por carburador Teikei de 20 milímetros y válvulas de láminas. El cigüeñal, con un calado a 180 grados, tenía cuatro cojinetes de rodillos, mientras que el pie de la biela tenía cojinetes de agujas.
La caja de cambio era de cinco relaciones con embrague húmedo y como todas las Yamaha RD, no tenía arranque eléctrico, sino a pedal.
Todo en la Yamaha RD200 era bastante convencional. Las suspensiones eran muy sencillas y un basculante trasero que, básicamente, era un tubo redondo de acero sobre el que se montaban los estribos para el pasajero. Las llantas eran de 18 pulgadas y los frenos de tambor en ambas ruedas.
La primera serie se fabricó desde 1974 hasta 1976. Tenía un diseño bastante clásico, con un depósito de formas redondeadas y un manillar a media altura. En 1976 se lanzó un rediseño que cambió por completo la fisionomía de la moto, con un depósito de formas rectangulares y colores más agresivos, entre los que se encontraba el típico tono amarillo de las Yamaha deportivas de aquellos años. También se montó un freno de disco delantero.
No era una motocicleta especialmente rápida, era un modelo destinado a usuarios que buscaban una máquina y sencilla, pero al mismo tiempo económica. En 1978, según datos oficiales, la Yamaha RD200 podía alcanzar los 132 km/h y su motor rendía 22 CV. Una potencia que compartida con las primeras versiones, pues el motor era el mismo y, según los probadores de la época, no llegaba hasta pasadas las 4.500 revoluciones.
Probadores, por cierto, que elogiaron la estabilidad en línea recta de la Yamaha RD200, a pesar de lo mediocre de las suspensiones y de lo pequeña que era la moto.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.Una caca comparándola con una Derbi 2002