Doremi Collection es uno de esos pequeños talleres japoneses que se dedican desde hace años a realizar verdaderas obras de arte. Desde la restauración y mejora de modelos clásicos pasando por la construcción de kits retro que convierten motos modernas en modelos icónicos del pasado. Y pocas motos existen más icónicas que una Kawasaki Ninja GPZ 900 R. Ahora y gracias a ellos es posible tener una réplica partiendo de una Kawasaki Z 900 RS.

Tomando la retro-moderna montura de Akashi basada en la exitosa Z 900, los japoneses de Doremi han diseñado un nuevo depósito de combustible de 14 litros (menos capacidad que el original) pero que le permite conseguir unas formas mucho más cercanas a las originales. Para ello se recurre a una cubierta fabricada en FRP. Esto es importante porque por delante tenemos el icónico frontal (que si lo ves en negro te recuerda al casco de Darth Vader), y ambos deber guardar las proporciones.

Doremi también ha diseñado una colín realizado en una pieza desde la unión con el depósito y que incluye un asiento monoplaza. Personalmente y aunque es cierto que guarda muchas similitud con la moto original, quizás sea la parte más floja de la moto. El asiendo de una pieza pero a dos alturas de la GPZ original, aunque estuviese recortado, posiblemente le quedase mucho mejor. Solo hay que echar un vistazo a algunas de las preparaciones que hace la gente de AC Sanctuary para entender perfectamente lo que queremos decir.

Esta preparación lleva, además, algunos elementos que no están presentes en la Z 900 original como por ejemplo las tapas del motor o el escape en titanio de K Factory. Aun así le podemos poner nuestro sello de aprobado porque han conseguido afinar lo que se espera en una moto neo-retro, es decir, estética clásica pero comportamiento y parte de ciclo actual. Es algo que Kawasaki ya consiguió con su Z 900 RS y Z 900 RS Cafe. El caso contrario lo podemos encontrar con Suzuki y su nueva Katana, que no pudo o no quiso llegar tan lejos.

Si tenéis un rato, os invitamos a que echéis un ojo a los trabajo de Dorami Collection. Lo que hizo hace algún tiempo con la Z1 Style y, sobre todo, con la CB 1100 R merece casi una mención aparte.