Cuando hablamos de longevidad y de motos que llevan toda la vida vendiéndose, lo primero que nos suele venir a la cabeza es la Royal Enfield Bullet 500. Pero ojo, porque le ha salido un duro rival, si acaso incluso más auténtico. Y no es otro que la Honda XR 650 L, que se renueva de cara a este año 2022.
Y lo de renovación… mejor cogedlo con pinzas porque cambian los colores y poco más. Normalmente, esto lo diría como algo malo, como una crítica hacia la marca por ser “vaga” y no querer introducir mejoras en su producto. Pero en el caso de la Honda XR 650 L es justo lo contrario.
Esta moto ya se postula como un reservorio de tradición, de historia, de sensaciones de otra época y sobre todo de nostalgia y de una era del motociclismo que por desgracia ya ha pasado, aunque nuestra protagonista resista como un tótem al viento a los implacables mazazos del tiempo. Que todo esto pueda comprarse nuevo en un concesionario del ala dorada por poco más de 6.000 euros (al cambio Euro Dólar actual) es poco menos que un milagro. Yo aún no acabo de creérmelo.
La Honda XR 650 L vio la luz allá por 1993 y empleaba el mítico motor de Honda que ya se montaba desde 1988 en la también mítica Honda NX 650 Dominator. Pero es que las raíces del modelo vienen incluso de más atrás, ya que el motor RFVC (Radial Four Valve Chamber) data de 1985, cuando lo montó por primera vez la abuela de nuestra protagonista, la Honda XL 600 LM.
En Honda de aquellas ya tenían una mecánica a prueba de balas, sencilla como ella sola y que además entregaba una generosa cantidad de potencia, que iba desde los 40 hasta los 50 CV, dependiendo de los diferentes modelos y los diferentes años en los que se fue utilizando.
Cogieron esta base mecánica y la acoplaron a una moto sencilla, ligera y bien preparada para offroad, sin mucha complicación técnica, una parte ciclo muy decente, y una ergonomía relajada. El resto, 30 años después, es historia.
Esta moto ha sido definida por muchos como el arquetipo, el molde, el referente de lo que debería de ser una dual-sport, un tipo de moto que en Europa se ha dejado ver durante algún tiempo pero que lleva ya unos cuantos años desaparecido del mercado.
Donde estas motos pegaron muy fuerte, fue y es en Estados Unidos, donde allí este tipo de moto aventura de doble propósito, siempre con la ligereza y simplicidad como leitmotiv, lleva infinidad de décadas siendo muy deseadas por generaciones y generaciones de moteros de los states.
Eso nos lleva al momento presente, donde podemos ver con sorpresa, casi hasta con júbilo, como se sigue vendiendo 30 años después, una moto que apenas ha cambiado en todo este tiempo. Con cero electrónica y cero “moderneces”.
Una moto que por no tener no tiene ni inyección electrónica, ya que sigue yendo a carburación. Del ABS, obligatorio en el viejo continente, ya ni hablamos. Una moto sencilla, espartana, barata. Una moto que sirve como caballo de batalla para sacarla del concesionario y meterla en el primer camino de cabras que encuentres sin miedo a llenarla de polvo ni a arañar su flamante pantalla TFT a todo color, porque como no tiene…
Y si la Honda XR 650 L 2022 ha perdurado y sobrevivido en el tiempo, ha sido ni más ni menos que gracias a una base de moteros, de personas a las que les convence este tipo de motociclismo más puro y auténtico, dejando el postureo aparcado en casa y centrándose en lo que de verdad mola: las sensación de una conducción offroad más amena, más fácil, más lúdica y más pura.
La parte mala de todo esto ya os la podéis imaginar. Una moto así es poco menos que una herejía en la hiper mega regulada y restringida unión europea, donde todo producto que se venda tiene que cumplir un sin fin de normativas estúpidas. En fin, me alegro por nuestros vecinos al otro lado del charco.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.Muchas personas del mundo estarán de acuerdo conmigo porque queremos que honda saque nuevamente la XL 200 con los estándares de calidad de la misma