Las motos voladoras, al igual que los coches, llevan en el imaginario del ser humano desde hace décadas. Numerosos proyectos se presentan cada cierto tiempo, pero rara vez llegan a materializarse y ver la luz. Afortunadamente, no ha sido el caso de Hoversurf. Aprovechando el CES Las Vegas 2019, la compañía ha presentado la última evolución de su Hoverbike S3 y, de hecho, ya se puede reservar.

Presentada por primera vez en 2016 como prototipo, la empresa fundada por Alex Atamanov quería llevar el concepto a la realidad, y lo ha logrado. Siguiendo lo pasos de su padre, ingeniero en el mundo de la aviación, el empresario ruso ya dispuso a las fuerzas del orden de Dubai de una unidad funcional en noviembre del pasado año. A diferencia del prototipo, el modelo final llega con un motores de tipo ventilador simple en lugar del motor Venturi patentado por la compañía, más tendente a mutilar piernas por el empleo de cuchillas expuestas.

Con una masa de 114 kilos, la Hoverbike S3 puede volar entre 25 y 30 minutos antes de quedarse sin energía, aunque depende también del peso del conductor. Además, cuenta con un modo de vuelo no pilotado que permite mantener la moto en el aire hasta 40 minutos. Sin embargo, lo que más llama la atención es su practicidad. Podemos despegar desde una plaza de aparcamiento cualquiera –al aire libre, por supuesto– y guardarla en tu garaje gracias a sus compactas dimensiones.

Lo que también llama la atención es su precio: 150.000 dólares, unos 132.000 euros al cambio. No está hecha para todos los bolsillos. Y no podrás conducirla sin haber desembolsado previamente 10.000 dólares (cerca de 8.750 euros) para realizar el curso obligatorio de capacitación de vuelo

Aunque la Hoverbike S3 ya se puede reservar, la compañía con sede en California aún no ha confirmado exactamente cuándo comenzarán a fabricarse, pero sí que habrá demoras de dos a seis meses en la entrega desde el momento de la reserva. La aeronave cumple con los requisitos de la Administración de Aviación Federal de EE.UU. y se la considera un vehículo ultraligero, lo cual hace posible su uso en aeródromos y zonas rurales sin licencia de piloto aunque, a momento presente, se encontraría en un vacío legal.