Era la crónica de una muerte anunciada. Después de 34 años a la venta, un modelo tan mítico como la Suzuki GSX-R 750 nos dirá adiós durante el presente año. Mucho habían aguantado los de Hamamatsu con esta moto en su catálogo, no queriendo darse cuenta de que los tiempos de las 750 eran ya historia.
La gixxer 750 vió la luz en 1984 y por aquellos tiempos fue toda una revolución, sentando las bases de las superbikes modernas. Aquella moto de 1984 tenía todos los rasgos que iban a definir las motos deportivas japonesas a partir de entonces. El indiscutible motor tetracilíndrico de cuatro tiempos, el chasis de doble viga construido en aluminio y la cada vez más importante reducción de peso para ganar rendimiento y prestaciones. Aquella moto rendía 106 CV para mover un conjunto de tan solo 176 kg.
El lento ocaso de las Suzuki GSX-R 750 comenzó en 2003 cuando cambió la normativa del mundial de superbikes, que aumentaba la cilindrada permitida para los motores tetracilíndricos de 750 a 1.000 cm3 . Esa fue la época en la que nacieron las grandes deportivas de mil como la Yamaha YZF-R1 o algo más tarde la Honda CBR 1000 RR Fireblade. Todos los fabricantes abandonaron la parcela de los 750, todos excepto Suzuki.
Como concepto puede que las 750 tuviesen sentido: motos con más bajos y algo más de garra que las deportivas de 600 pero sin llegar a ser las bestias indomables de 1.000 cm3 . A fin de cuentas las tetracilíndricas de 600 son muy domesticables a nada que hayas rodado un poco con ellas. Sea como fuere, sin el apoyo de la competición el segmento cayó en pena.
La última Suzuki GSX-R 750 se presentó en 2011 y desde entonces había permanecido en el catálogo cambiando el esquema de colores cada nuevo año y… poco más. La moto a fin de cuentas compartía muchos elementos con su hermana pequeña la GSX-R 600.
Con la entrada en vigor de la norma Euro 4 en 2017 Suzuki decidió no adaptar el modelo y desde entonces la moto dejó de estar en catálogo vendiéndose solo unidades sueltas que quedaban en stock, a precios realmente interesantes en algunos casos, hastata que se terminó este. Con la entrada del nuevo año esta moratoria ha acabado y ya podemos decir adiós de forma oficiosa al modelo.
Un final un poco indigno para un mito rodante de la carretera y de los circuitos. Con ella tenemos que decir adiós a las motos deportivas de 750 cm3. No obstante, con las normativas anticontaminación cada vez más duras, los fabricantes han iniciado una escalada en la cilindrada de sus motores para poder ofrecer las mismas prestaciones y no empeorarlas con cada nueva generación.
Prueba de esto es que las deportivas de 600 llevan más de una década estancadas, al menos en lo que a motor se refiere. Si lo pensamos friamente las 600 andan sobre los 125 CV de potencia en la actualidad, mientras que las mil ya alcanzan o sobrepasan los 200 en la mayoría de casos. En este contexto creo que hoy en día el concepto de las 750 tiene más validez que nunca, motos con unos 150 CV como tenía la última GSX-R para llenar el hueco existente entre los dos segmentos.
También para ofrecer más al usuario con cada nueva generación. Si las 600 llevan 10 años ofreciendo la misma potencia, o incluso un poco menos en algunos casos, lo mismo es buena idea aumentar la cilindrada también en las deportivas al igual que ocurre con otros tipos de motocicletas. El problema con esto es que este cambio debería de iniciarse con una modificación en la reglamentación del actual mundial de supersport, que solo contempla motocicletas tetracilíndricias de hasta 600 cm3.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS