La Honda CB 500 es el producto típico al que nos tiene acostumbrados el fabricante del ala dorada. Es de esas motos humildes, sin ansias de grandeza, pero muy bien construidas, pensadas para motorizar al pueblo ofreciendo un conjunto fiable y equilibrado que sabes que siempre funcionará bien y nunca te dejará tirado.
La Honda CB 500 era la moto grande y robusta que servía para todo en los años noventa. Llegó a los concesionarios en 1994 y tuvo bastante éxito como moto urbana y utilitaria donde fue muy solicitada por los mensajeros y profesionales del reparto, por sus buenas prestaciones y su economía de uso, en una época en la que los scooter aún eran un rara avis en las calles de nuestras ciudades.
En aquella época tuvo que batirse el cobre con la Suzuki GS 500, que contaba con un precio de compra más asequible, y con la Kawasaki ER-5 que no tuvo mucho éxito en nuestro país. La marca de los diapasones, la cuarta japonesa en discordia, por aquel entonces seguía viendo el segmento de las naked económicas de media cilindrada en clave de tetracilíndrica con su Yamaha Diversion 600.
La clave de la Honda CB 500 era su equilibrio y su gran calidad de construcción. El motor era un bicilíndrico refrigerado por agua que daba 58 CV a 9.500 vueltas. Estaba unido a una caja de seis velocidades. Con esta potencia era una moto con la que te podías plantear hacer de todo: ciudad, carretera, autovía… y sabías que no se te iba a quedar corta en ningún escenario.
Pero además de eso, era una moto económica de mantenimiento sencillo y fácil de realizar. Su consumo también era bastante austero y rondaba los 4,8 l/100 km. Quizá su punto más gris era su ciclística de corte tranquilo y sencillo, pensada para ofrecer un producto lo más asequible posible al gran público.
El chasis era de tipo tubular construido en acero mientras que para la frenada se recurría a un único disco de 296 mm con pinza de dos pistones mientras que atrás montaba un vetusto freno de tambor. El sistema de frenado se quedaba demasiado escaso para el peso y potencia de la moto.
En las suspensiones también se nota ese toque tranquilo, enfocado en paseo y desplazamientos de rutina más que en el uso espirituoso. La horquilla delantera, al igual que el freno, estaba por debajo del peso y prestaciones de la moto ya que contaba con unas finas barras de 37 mm, mientras que atrás se recurría a dos amortiguadores gemelos.
En 2004 se presentó su sucesora, la Honda CBF 500, que en general seguía a pies juntillas la filosofía y las soluciones de nuestra protagonista, pero con una imagen más fresca y actual. Gracias a su buena calidad de fabricación es un modelo que ha aguantado bastante bien el paso de los años, pese a ser motos que en la mayoría de casos se compraban como vehículo de batalla para meterlas miles y miles de kilómetros.
De segunda mano puede encontrar unidades en buen estado ligeramente por encima de la barrera psicológica de los 1.000 euros. Puede ser una buena opción si estás buscando una moto de rutina, quieres algo que ya tenga una cierta potencia y no cuentas con mucho presupuesto. La gran fortaleza de este modelo es su fiabilidad y sus costes de uso contenidos.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.En 13/08/2021 hola me compre una cb 500 del año 96 en rojo hace 4 años ahora tiene unos 80000 kilometros y solo decir que es una maravilla de moto , si alguien busca una moto de las de antes y para hacer kilometros y sin problemas de electrónica la recomiendo al 100% como más la llevas más te gusta , si alguien la quiere ver no tengo problema en enseñarla ,saludos
Hola estoy muy contento con la que compré. Es una honda CB500 del año 99 con discos de frenos delante y detrás y la verdad es que si no freno a lo loco no tengo problema de frenada. Creo que el tema de la frenada es depende de cómo conduzca porque si conduzco con cautela no tendré ningún problema. Es la moto de batalla que recomendaría si quiero una moto clásica y que no sea antigua del todo. Saludos.
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