Qué tendrá la idea de montar un motor de coche en una moto qué tanto gusta entre los más adictos de la gasolina. Son motores más grandes, pesados y difíciles de convertir para su uso sobre las dos ruedas. Sin embargo, las motos con corazón de coche tienen el encanto de “más es mejor”, además de convertirse en un objeto único y más especial que cualquier otra motocicleta.
El autor de esta macchina que veis en vuestras pantallas es Andreas Georgeades, conocido en estos lares por fabricar una Honda un tanto especial. Al expiloto sudafricano siempre le han apasionado las motos y las carreras, especialmente cuando se trata de construir una moto propia y competir con ella. Ya en 1968, con 25 años, diseño y fabricó su primera moto, la ASG Special. Constaba de un chasis Norton Manx con un motor Honda de cuatro cilindros y 44 CV proveniente del pequeño S500, un pequeño roadster de la época.
La moto del día que traemos hoy tiene un motor un poco más especial. Tras un primer intento con un motor V6 Ferrari (aquel montado en el Dino), el bueno de Andreas quería diseñar una moto con más cilindros. Así nació, valga la redundancia, la “Andreas”, una moto cuyo corazón provenía de un Ferrari 308, un ocho cilindros en V que, en su versión más modesta, era capaz de desarrollar 227 CV a 6.400 revoluciones por minuto. Un motor de unos 50.000 euros hoy en día…
Para conseguir el ansiado bloque, Georgeades vendió el trofeo de bronce que consiguió en su primera participación del Tourist Trophy de la Isla de Man. Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Pero no solo es encasquetar el motor en un chasis, el motor fue atornillado a un marco de aluminio construido a mano que utilizaba componentes de suspensión de una Kawasaki Ninja 900. La rueda trasera salió de una Yamaha V-Max y el eje de transmisión fue desechado a favor de una transmisión por cadena convencional.
A pesar de no contar con el apoyo de la casa italiana (solo una moto en el mundo goza de ese privilegio), la “Andreas” luce con orgullo la estampa del cavallino rampante
Las modificaciones también incluían una correa para alimentar la bomba de agua y una caja de transferencia de tres engranajes entre el propulsor y la caja de cambios de una Honda CBX. Los cilindros situados en la parte anterior quedaron a cargo de carburadores Yamaha V-Max mientras que, para los posteriores, se usaron los de una Suzuki GS 1100. Con una distancia entre ejes de 150 cm, tal vez la cola sea la parte menos conseguida de su diseño, pero en ella se encuentra una pareja de radiadores de una Suzuki GT 750.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS