La Suzuki DL 650 V-Strom es toda una referencia en el segmento de las trail de cilindrada media. El modelo original vió la luz en 2004 y marcó el camino a seguir para el resto de competidores. La V-Strom se actualizó por primera vez en 2012, y hace apenas un año, en 2017, los de Hamamatsu presentaron el modelo actual, del que vamos a hablar hoy.
El éxito de la primera V-Strom fue debido a su polivalencia. Era la moto que valía para todo sin destacar en nada. Funcionaba bien como utilitaria, como moto viajera, era divertida en curvas, y encima se atrevía con el off road. A parte de eso, el hecho de que la competencia no tuviera nada parecido en sus catálogos también ayudó mucho.
Hoy en día, la mayoría de marcas se han puesto las pilas y ofrecen productos similares a la Suzuki V-Strom 650. La Kawasaki Versys 650, la BMW F 750 GS, la Honda NC 750 X, la Yamaha Tracer 700, etc… cada una de ellas tiene un sabor diferente y una orientación más enfocada en unos u otros aspectos. Pero siendo justos, en la actualidad, 14 años después de su lanzamiento, sigue sin haber ningún otro modelo que haya logrado mejorar ese equilibrio tan perfecto del que hace gala la V-Strom.
La generación actual toma como base el anterior modelo de 2012, al que se le han realizado sutiles cambios para mantener la frescura. Las principales modificaciones se dan en el apartado estético donde la moto presenta unas líneas más finas y menos bulbosas que el modelo previo.
La careta frontal y el carenado han mutado por completo. Se abandona el bifaro en favor de una única óptica vertical, que agrupa las luces cortas y largas. Debajo de esta, podemos ver el pico de pato haciendo las veces de guardabarros y que tampoco estaba en la generación previa. En general la estética se ha actualizado por completo para conseguir una imagen lo más parecida posible a su hermana mayor, la V-Strom 1000
En el apartado mecánico las mejoras han sido más discretas. Cuando se presentó la moto, Suzuki aseguraba que más de 40 piezas del propulsor eran totalmente nuevas. Pero si cogemos las especificaciones y los fríos números con la mano… nos damos cuenta de que para este viaje no hacían falta alforjas.
El archiconocido bicilíndrico en V a 90º de 650 cm3, refrigeración líquida y cuatro válvulas por culata, que los de Hamamatsu llevan utilizando desde hace más de 20 años, apenas ha mejorado en esta última iteración. La V-Strom de segunda generación erogaba unos muy aprovechables 67 CV de potencia, mientras que su consumo rondaba unos pírricos 4,2 l/100 Km de media.
La nueva V-Strom ha ganado dos caballos solamente, pero su consumo de combustible ha ascendido ligeramente hasta los 4,5 l/100 Km. Suponemos que las cada vez más severas normativas anticontaminación habrán tenido algo que ver.
Al menos el nuevo modelo trae de serie un control de tracción para evitar derrapadas en el eje trasero si nos aplicamos con demasiada alegría sobre el puño del gas. Con la potencia que tiene la moto no parece que este gadget vaya a ser muy aprovechable en el día a día, aunque nos puede ahorrar más de un susto si conducimos en condiciones de baja adherencia, como suelos húmedo o directamente mojados.
En lo que respecta a la parte ciclo, la V-Strom cuenta con un chasis fabricado en aluminio que está a caballo entre un esquema de doble viga tradicional y un entramado trellis o de celosía. Suzuki recurre a componentes convencionales pero de efectividad contrastada para la suspensión y los frenos. La idea es no encarecer demasiado la tarifa final pero sin comprometer el funcionamiento y la buena conducción de la moto.
La horquilla es de tipo convencional, y la suspensión de ambos trenes destaca por sus largos recorridos, que nos permitirán hacer incursiones por lo marrón. A destacar que, si os gusta saliros del asfalto, hay una versión más campera, la Suzuki V-Strom 650 XT.
La XT viene con llantas de radios construidas en aluminio y con neumáticos tubeless. A parte incluye de serie los paramanos y una quilla inferior para proteger los bajos de la moto, aunque está construida con un material plástico por lo que su eficacia puede ser más estética que funcional.
Cabe destacar que los japoneses suelen tener ofertas interesantes para equipar la moto con las tres maletas de aluminio -una central y dos laterales- que podrás adquirir por unos 600 euros de sobre coste, nada mal para este tipo de accesorios que no son nada baratos.
La Suzuki V-Strom 650 puede comprarse nueva por 8.600 euros, 9.000 si hablamos de la V Strom XT más campera. Puede que haya motos más baratas que te ofrezcan más que esta en alguna faceta concreta, pero por ese precio, ahora mismo no se me ocurre ningún vehículo que en su conjunto te vaya a aportar más que esta trail de media cilindrada.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS