Hablar de la Honda SH 125 Scoopy es hablar de uno de los modelos más míticos y representativos del fabricante japonés de las últimas décadas. Siempre que miro la lista de las motos más vendidas del mercado español, ahí está el Scoopy año tras año. Hay que reconocer que, aunque este scooter no tenga nada super destacado ni especial, ha sabido atraer a un gran número de compradores durante sus tres generaciones.
La historia de esta moto se remonta a hace más de tres décadas, cuando en 1986 se presentó el modelo original. Por aquel entonces la mecánica era 2T, pero ya presentaba su principal rasgo característico y la cualidad que lo llevó al estrellato: la rueda alta.
Por aquellos años casi todos los scooters tenían diminutas ruedas de 10 pulgadas. La agilidad era fantástica, pero la estabilidad a altas velocidades o al coger baches se veía seriamente comprometida. Entonces llegó la Scoopy con sus grandes ruedas de radios de 16 pulgadas e inventó el segmento de los scooters de rueda alta, que no ha parado de crecer en todo este tiempo hasta llegar a nuestros días, donde prácticamente es imposible encontrar modelos con ruedas pequeñas.
Mucho ha cambiado el mundo en estos 30 años y mucho ha cambiado la Honda Scoopy también. El modelo actual, la séptima generación, se estrenó en 2018 y poco queda de aquella scooter pequeña, sencilla, austera y espartana de 1986.
Los gustos cambian y Honda ha sabido adaptarse a ellos, al menos eso parece a tenor del éxito del modelo. La Honda SH 125 de 2018 es una moto vanguardista, con una gran carga tecnológica, una calidad en los acabados intachable, y que ha crecido en todas sus cotas.
Se ha pasado de un producto sencillo y asequible a una moto que juega en la liga alta de los scooter de 125. La Honda SH 125 se sitúa por encima de la Honda PCX en la gama del fabricante japonés, y se queda sólo un paso por detrás de las propuestas más premium de la categoría como la Honda Forza 125.
Prueba de ello es su abultada dotación tecnológica con detalles como la iluminación full led o la llave de proximidad, mientras que el sistema ABS de doble canal o los frenos de disco en ambos trenes también están incluidos.
Estéticamente es una moto muy trabajada y que refleja ese vanguardismo e innovación tecnológica, especialmente en su parte frontal, donde las ópticas y la luz de día son muy llamativas; mientras que el resto del conjunto es muy Honda con un lenguaje de diseño armónico y bastante neutro. No se equivoca en nada, pero tampoco arriesga especialmente.
Mecánicamente la Honda SH 125 está animada por el motor eSP que estrenó la Honda PCX. Estamos hablando de una unidad monocilíndrica refrigerada por agua y con cuatro válvulas que eroga unos correctos 12 CV de potencia. Al igual que su hermana, también cuenta con el sistema stop&start, aliviando ruido, vibraciones y emisiones cuando está detenida.
El precio de todo este despliegue tecnológico no es bajo. Estamos hablando de un modelo que cuesta 3.600 euros, 500 más que su hermana pequeña, la PCX. De todas formas, los japoneses son muy conscientes que con esta escalada en su catálogo de la SH 125 hacia posiciones más premium, se dejaban un hueco abierto en la zona inferior.
Para satisfacer las demandas de los usuarios que compraban la Honda Scoopy original: rueda alta, sencillez, agilidad y coste reducido, los japoneses han creado un nuevo modelo, la Honda SH 125 Mode, que es algo así como la Scoopy de los pobres. Por menos de 3.000 euros te llevas todas características y a cambio solo renuncias a la iluminación de ledes, la llave de proximidad y el ABS, que se sustituye por un sistema de frenada combinada (CBS).
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS