La situación actual nos imposibilita poder disfrutar de nuestras aficiones: salir en moto. Aunque siempre he defendido que tener moto no hace a alguien motero, y la prueba está en que conozco gente que no tiene (ni tan siquiera carné) y sin embargo son más apasionados de las dos ruedas que muchos que la han comprado porque esta de moda. Se suele decir que el hábito no hace al monje, y en este caso también se cumple.

Dado que nos encontramos en un momento atípico, las marcas y talleres han tenido que adaptarse a nuevas formas de trabajar para poder seguir ofreciendo, al menos, servicios mínimos. Obviamente aunque la moto se usa como vehículo de recreo, muchos son los que las utilizan como medio de transporte o incluso para trabajar con ellas.

Ante estas circunstancias, marcas como Yamaha, KTM, TVS, Royal Enfield o Zontes han empezado a ampliar la fecha de cobertura de su garantía con tres meses extra. De esta forma, todos aquellos propietarios que tengan una moto a la que le haya caducado la garantía en marzo o le vaya a caducar durante abril o mayo, podrá seguir contando con ella durante otros 90 días. No descartamos que más marcas estén haciendo lo mismo, por lo que si se os termina la garantía estos días os podéis poner en contacto con el concesionario/marca para saber si también contáis con este servicio.

Estas semanas hemos visto como, a nivel mundial, muchas empresas relacionadas con el sector de las dos ruedas aparcaban sus trabajos habituales para producir, por ejemplo, pantallas en impresoras 3D. También miembros de asociaciones y motoclubes están colaborando de forma altruista para llevar medicamentos, realizar compras o incluso trasladar material educativo a los niños con pocos recursos que están en casa, y así poder seguir avanzando en el curso escolar desde sus hogares.

Otro ejemplo son, por ejemplo, las flotas de vehículos de prensa que han sido cedidos por las marcas para el traslado de los sanitarios. De esta forma, aquellos que no están hospitalizados pero sí enfermos o deben pasar la cuarentena en sus hogares, pueden recibir la visita de especialistas mejorando la movilidad de estos.

Una vez más se demuestra que el ser humano es capaz de lo peor pero también de lo mejor. Y que no hay límites cuando todos trabajamos unidos y con un objetivo común. Realmente suena como el momento culmen de una película yankee, y solo falta la bandera americana de fondo. Pero lo cierto es que es así.