La Macbor Montana XR3 es un modelo que seguramente muchos de vosotros no conozcáis. De hecho, si nos ponemos a sacar punta, seguro que la marca Macbor tampoco os suena a la mayoría. Se trata de una firma española que lleva poco tiempo en el mercado pero cuyo catálogo tiene algunos modelos muy interesantes en bajas cilindradas.
El diseño y la ingeniería de sus modelos es española, aunque luego la fabricación tiene lugar en China, algo muy habitual en nuestros días. Este dato puede espantar a más de un posible comprador, pero en la actualidad la mayoría de las marcas de renombre, como Honda, Suzuki, etc… fabrican algunos de sus modelos en este país y ello no compromete la calidad de sus productos. En este aspecto personalmente le doy un voto de confianza a la marca.
Aquí ya os hemos hablado de la Macbor Stormer 125, una naked, y de la Macbor Rockster, su modelo custom. Hoy vamos a darle un buen repaso a la Macbor Montana XR3, una trail de acceso fácil de conducir y asequible pero con una imagen muy aventurera que hará volver la imaginación de más de un propietario.
Es sorprendente todo lo que ofrece esta moto por un precio de tarifa de tan solo 3.999 euros. La mecánica corre a cargo de un monocilíndrico de 250 cm3 refrigerado por agua y multiválvulas. Como no podía ser de otra manera cumple con la norma Euro4 y eroga unos razonables 26,5 CV de potencia.
A destacar su caja de cambios de seis velocidades, inusual en estas cilindradas y su consumo de tan solo 3,4 l/ 100 Km. Con un depósito de 15 litros tienes autonomía para aburrir: 440 km. Por otra parte, como buena moto de baja cilindrada, el peso se mantiene en valores muy manejables: 175 kg lista para rodar.
La parte ciclo es donde más nos sorprende esta moto, ya que Macbor se lo ha tomado en serio y ha decidido hacer una trail de verdad, aunque pequeña, no como otros fabricantes cuyas trail de acceso son modelos 100% asfálticos, que de trail solo tienen la estética, el nombre y poco más, como la BMW G 310 GS.
La Macbor Montana XR3 trae como dotación una horquilla invertida en el eje frontal y un monoamortiguador trasero con bieletas. Las llantas son de radios, de 19 pulgadas delante y 17 detrás. Por último cuenta con unos generosos 210 mm de altura libre al suelo. Son especificaciones muy off road que nada tienen que envidiarle a algunas de las trail de referencia en el sector.
De serie viene muy equipada ya que trae luz de posición LED, toma USB en el salpicadero para cargar dispositivos móviles y otra toma de corriente auxiliar de 12V, instrumentación digital y ABS. Además Macbor ofrece como opción el pack de tres maletas de aluminio por tan solo 500 euros para ampliar las posibilidades ruteras de la moto. Por último también se puede equipar opcionalmente con defensas y barras protectoras de acero para evitar daños al conjunto en las caídas.
Hace unos meses os hablábamos de las trail aventureras disponibles para el carné A2 y a día de hoy creo que la Macbor Montana XR3 es mi favorita. Esta moto une a partes iguales buen comportamiento fuera del asfalto, capacidades ruteras y economía de uso.
La única moto del mercado que por concepto se le parece es la Royal Enfield Himalayan, que se vende por 4.349 euros; aunque no son exáctamente iguales tanto por motor, como por estética como sobre todo por calidad de la parte ciclo donde nuestra protagonista de hoy gana con claridad.
Si ampliamos el espectro de búsqueda y renunciamos a capacidades offroad, aparece en el radar la Suzuki V-Strom 250, una moto mucho más cara -5.800 euros- pero con más calidad y cuidado en los detalles finos. Algo parecido nos pasa con la Honda CRF 250 Rally. Por campo va genial, pero no es tan rutera como la Macbor y además sobrepasa los 6.000 euros de tarifa.
Por eso me parece tan maravillosa esta Macbor XR3 Montana. Antes me parecía maravillosa la Himalayan al dar mucho a cambio de muy poco pero, a falta de probar una de estas a fondo en persona, parece que los chicos de Macbor han mejorado la apuesta.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS