La moto que traemos hoy es, posiblemente, una de las más destacadas y deseadas dentro del mundo de los jóvenes quemaos de principios de la década del 2000, la Aprilia RS 125 Replica. La tercera serie de la RS llegaba al mercado en 1999, con una estética que, como bien dice su nombre, entraba por los ojos en forma de moto de Gran Premio.
Su mecánica estaba constituida por un bloque Rotax 122 de dos tiempos y un sólo cilindro de 125 cc que desarrollaba la nada despreciable cifra de 34 CV, algo impensable a día de hoy con la normativa Euro 4. A pesar de desarrollar la misma potencia declarada que su predecesora, las prestaciones eran ligeramente inferiores. El carburador, en vez de ser de 34 milímetros, se sustituyó por uno de 28 milímetros, mejorando los consumos y la autonomía ayudado también por un depósito con un litro más de capacidad. Otros factores que influyeron en la caída de rendimiento fue la incorporación del escape catalizado y recirculación de gases en 2005 con las últimas unidades.
El diseño y el carenado de la RS 125 Replica quedaban perfectamente integrados en un conjunto que emulaba a la perfección a las motos que llenaban la parrilla en el Campeonato del Mundo de la época. Las decoraciones réplica dedicadas a pilotos oficiales de Aprilia como Rossi, Melandri, Harada o Poggiali ayudaron a dar ese toque racing que tanto gusta. Afortunadamente, no solo era estética, y los medios coincidían en que en carreteras viradas, pocas motos tenían un paso por curva tan alto como las ligeras Aprilia RS 125 de dos tiempos.
Pese a los esfuerzos del Grupo Piaggio por mantener con vida los motores de dos tiempos en Aprilia, la RS 125 de dos tiempos nos dijo adiós en 2012, la última de su estirpe junto con la Cagiva Mito 125.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS