La BMW R 1200 R es otra de esas motos míticas de Baviera. Esta naked, o roadster como las llama BMW, se presentó en 2005, un año después de que saliera a la luz el novedoso boxer de 1.170 cm³ y que hasta entonces ya se había estado usando en las BMW R 1200 GS y la BMW R 1200 RT.

La roadster a fin de cuentas era una moto con menos protagonismo, menor cifra de ventas que sus otras hermanas, y por eso las mejoras le llegaban un poco después. Aun así, estamos ante una moto muy novedosa, de gran calidad y con un enorme despliegue de tecnología para el año en que fue presentada.

Puños calefactados, ABS ya sin servofreno, intermitentes LED, control de tracción, sistema de suspensión regulable ESA opcional… eran muchas chucherías para una época en la que los japoneses todavía seguían teniendo en sus catálogos bastantes modelos de carburación.

Estéticamente la moto es muy neutra, muy conservadora. Los alemanes no arriesgaron en este aspecto y presentaron cambios mínimos respecto a la anterior BMW R 1150 R. El faro pasaba a estar más integrado en la careta, mientras que el tanque de combustible y el colín adquirían formas un poco más afiladas.

En Baviera decidieron que sería buena idea crear dos versiones ligeramente diferentes en lo estético y enfocadas a públicos con distintas preferencias estéticas. La versión normal parecía una moto más urbana, más técnica, un poco más oscura y por ello interesante.

Aparte de esto, los alemanes sacaron la BMW R 1200 R classic. Los cambios de esta eran únicamente a nivel estético, buscando un poquito del rollo custom y retro que estaba de moda por ese entonces. Las diferencias en esencia se resumen a las llantas de radios en vez de aleación, a una serie de piezas cromadas como la careta o los retrovisores y a un esquema de pintura distinto, con colores negro brillante y blanco.

Estamos ante una naked de altos vuelos, una naked Premium. El motor bicilíndrico refrigerado por aire mejoraba sustancialmente respecto a la anterior BMW R 1150 R. Mayor estirada en altas y mayor potencia, que llegaba hasta los 110 CV a 7.500 vueltas. Por otro lado, aumentaba la suavidad y la finura a bajo y medio régimen.

La caja de cambios es de seis velocidades, y eso unido al alto par motor de 120 Nm que tiene la moto hace que pueda rodar a regímenes de giro muy bajos, con consumos sorprendentemente buenos de en torno a 5 litros a los 100 km, nada mal para su gran cilindrada y su peso, de unos 220 kg en orden de marcha. El eje cardán, por otra parte, ayuda a que nos olvidemos de realizar cualquier tipo de mantenimiento nosotros mismos, más allá de llevarla al taller cuando toque.

A nivel ciclo, tiene el tradicional esquema Telelever de BMW en el tren delantero, en el que, en vez de emplear una horquilla telescópica convencional con los resortes y el amortiguador hidráulico dentro de las botellas, se recurre a un brazo oscilante sujeto mediante un monoamortiguador similar al que nos podemos encontrar en la parte trasera de la moto.

Nunca me había fijado en que en el bóxer, el cilindro derecho está ligeramente retrasado respecto del izquierdo

El Telelever evita que la moto se hunda de delante en frenadas fuertes, lo cual haría que cambiasen sus geometrías (distancia entre ejes y centro de gravedad, principalmente). Esta es una ventaja interesante especialmente en motos pesadas, que es donde más se da este efecto.

Sin embargo, cambia el comportamiento del vehículo y hace que sea distinta de conducir, algo que no siempre le gusta a todo el mundo. Es por ello que, en la siguiente generación, la de 2015, incorporaron una horquilla invertida, para asemejar más su comportamiento al del resto de motocicletas del mercado.

Volviendo a la BMW R 1200 R, el problema de esta moto, y en general de todas las supernaked, es que carece un poco de sentido tener tanto caballaje en una moto sin protección aerodinámica ya que el viento no invita a circular a altas velocidades.

BMW R 1200 R (11/2010)

Es por ello que este modelo está un poco limitado a la hora de salir a carretera y realizar grandes viajes. Creo que su cliente tipo es una persona que no use la moto de forma intensiva ni recorra muchos kilómetros anualmente, pero a la que le gusta tener cosas buenas, y un buen arsenal de caballos en el establo, aunque luego no los use asiduamente en el día a día. Para ciudad, para rutas no muy largas de fin de semana con los amigos y en general para el día a día es una moto que se deja usar perfectamente, y además con el plus de ir montado en toda una BMW.

En su día los precios iban desde unos 12.000 hasta 15.000 euros, dependiendo del extenso catálogo de extras y opciones que decidieras escoger a la hora de comprarla. De segunda mano los precios arrancan en unos 4.000 euros. Son unidades con una pila de kilómetros en algunos casos, pero como siempre digo cuando hablamos del bóxer de BMW, estos motores son eternos, así que no debería preocuparnos esto en demasía. Lo que yo sí que miraría intensamente es el resto de cosas.

Si el tejido del asiento está bien, posibles óxidos en la estructura, estado de las suspensiones… ese tipo de cosas cuyo estado pueden variar mucho, no ya dependiendo de los kilómetros sino del tipo de vida que ha tenido la moto.

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