Moto del dia: MuZ/MZ Mastiff

Moto del dia: MuZ/MZ Mastiff

La opción alemana al segmento de las supermotard de finales de los noventa


Tiempo de lectura: 7 min.

Hoy os traemos a una de las motocicletas de la antigua MuZ, la Mastiff, con nombre de perro y un carácter similar a la raza a la que hace mención en su denominación. Porque según dentro del campo de la etología, “el mastín es un perro tranquilo, afectuoso, sensible, pacífico y bondadoso”. Pues quizás esto mismo es lo que buscaban los técnicos de la marca al crear a esta trail de corte asfáltico, con un aspecto impactante supermotard, pero a fin de cuentas una motocicleta dócil y entregada a su piloto.

Recordemos que la empresa alemana fundada en 1956 como MZ, Motorradwerk Zschopau, que traducido a nuestro idioma es “fábrica de motocicletas de Zschopau”, fue adquirida por la empresa malaya Hong Leong Group en 1996, año en el que se concibieron varios modelos y entre ellos esta Mastiff.

Como las motorizaciones de las que contaba la marca germana eran en su mayoría de dos tiempos y además de estar desfasados mecánicamente no cumplían con las nuevas normativas anticontaminación, MuZ decide llegar a un acuerdo con Yamaha y montar en varios modelos de su renovada gama el propulsor de la XTZ Superténéré 660, ya empleado con anterioridad en las MZ Skorpion Tour y Skorpion Sport.

MZ Mastiff 2

Por otro lado, la recién estrenada marca quería conferir un aire renovado y diferente a la gama que estaba por llegar y decide contratar para el diseño a Masanori Hiraide, un ex empleado de Yamaha, que pocos meses después ya tenía listas tanto a la Mastiff como a su hermana en el segmento de enduro, la Baghira, llamada así en referencia a la pantera que aparece en el afamado “Libro de la selva”.

La MuZ Mastiff representaba la opción asfáltica que proponía la firma alemana tras su quiebra unos meses antes bajo las siglas de MZ, empleando el monocilíndrico de Yamaha ya conocido en otros modelos de la marca

Mientras tanto, en el departamento técnico trabajaban un ex campeón mundial de enduro, Mike Heydenreich, y el director de pruebas, Rainer Reuter, que decidieron modificar el cuadro de enduro de la versión offroad, la Baghira, y adaptarlo a las necesidades del modelo que hoy protagoniza esta sección siendo, el resultado según los diferentes probadores de la época, bastante efectivo y acertado.

Así que nos encontrábamos ante un nuevo reto de la firma alemana con motocicletas de nueva creación que, ante todo, eran diferentes y con una personalidad muy marcada. De hecho, en aquella época fueron varias las marcas que se lanzaron a intentar crear un nicho de mercado con este tipo de motocicletas, ya sean los suecos de Highland con sus V2 Desert Storm o V2 Supermotard, o los franceses de Barigo con las exclusivas Supermotard 600. La cuestión era crear un producto con el que diferenciarse del resto.

MZ Mastiff 3

El caso es que esta Mastiff formaba parte de aquella vorágine de recreaciones en el mundillo de las dos ruedas y además de conseguir lo antes descrito, los alemanes lo hicieron con calidad y buen hacer. Buena parte de culpa la tenía el motor empleado, que sin ser la panacea en cuanto a prestaciones, lograba propulsar a la motocicleta de MuZ de una manera solvente y decidida.

El elegido era el ya mencionado monocilíndrico de la firma de los diapasones refrigerado por agua, de cinco válvulas, con distribución SOHC y 660 cc. Con unas cotas internas de 100×84 mm en cuanto a diámetro por carrera, estaba sometido a una compresión de 9,2: 1 e iba alimentado por un carburador doble Teikei de 35 mm, logrando desarrollar una potencia de 50 CV a 6.500 RPM y un par máximo de 57 Nm a 5.250 RPM.

A finales de los 90, esta era la opción alemana dentro de las denominadas Supermotard. Con un precio de algo menos de 6.700 euros, era más asequible que la mayoría de sus contrincantes del momento

Con estas cifras, aquella mezcla de trail asfáltica y Supermotard al uso era capaz de alcanzar una velocidad máxima de unos 160 km/h, suficiente para un uso diario o irte en cualquier momento a pasárselo bomba en cualquier carretera curvada de tu zona que, por otro lado, era el cometido para el que se había creado aquella “Mastín”.

MZ Mastiff 5

Modelo 3D por Jamie Hamel Smith

A nivel parte ciclo, ya hemos comentado que partía del chasis de su hermana offroad, la Baghira. Un bastidor de tipo monocuna fabricado en sección tubular de acero quedaba muy bien acompañado en cuanto a suspensiones o frenada, logrando crear un conjunto muy logrado y capaz en cualquier circunstancia.

En su frontal encontrábamos una horquilla telehidraúlica conformada con sendas barras de 45 mm, firmada por la italiana Paioli y con 180 mm de recorrido. Atrás un mono amortiguador WP era el encargado de absorber cualquier irregularidad que se nos presentara. Respecto a la frenada, disponía de discos delante y detrás con respectivas medidas de 298 mm y pinza de doble pistón en el frontal y 245 mm y pinza monopiston en la zaga, siendo Grimeca el fabricante del kit al completo.

Las llantas eran uno de los elementos más diferenciadores respecto a la versión de enduro, que para esta ocasión estaban fabricadas en fundición de aluminio, de tipo radial y en 17 pulgadas, suministradas por la italiana Akront y calzadas con neumáticos de carretera radiales Metzeler, en medidas 120/60 ZR 17 y 150/60 ZR17.

Una parte ciclo de buena calidad era el complemento perfecto al sempiterno motor japonés, que aunque no destacaba por unas prestaciones punteras, era más que suficiente para el uso del día a día

MZ Mastiff 4

Modelo 3D por Jamie Hamel Smith

Quizás a nivel estético es donde esta Mastiff marcaba las diferencias de un modo más pronunciado, destacando su doble faro frontal sin carenar, que quedaba enrejado tras una protección metálica. Por otro lado, destacaba un sistema antivuelco que emergía desde los laterales del tanque de combustible y se unía con el anclaje frontal que sujetaba los faros. Estos eran a grandes rasgos los elementos que de algún modo más resaltaban a primera vista en la controvertida imagen de la moto germana.

El cuadro de instrumentos, compuesto por dos relojes con las carcasas traseras cromadas y algunos testigos luminosos debajo de estos, se situaba justo por la parte superior del equipo frontal de iluminación. Tras estos, un manillar de generosas dimensiones y un cómodo sillón para dar cabida a dos ocupantes. Junto al espacio del pasajero, nos encontrábamos con unas agarraderas que nacían lateralmente y terminaban ancladas al colín trasero.

Las cotas de aquella exótica motocicleta constaban de una longitud máxima de 2.290 mm, por 985 mm de anchura total y 1.330 mm de altura, siendo la distancia entre ejes de 1.465 mm. El peso total declarado por MuZ en seco llegaba hasta los 172 kilogramos, a lo que debíamos de sumar los 12,5 litros de capacidad de su depósito de combustible.

MZ Mastiff 6

Modelo 3D por Jamie Hamel Smith

Durante siete años la MuZ/MZ Mastiff se distribuyó en diferentes países del mundo, aunque no gozó del éxito esperado por la marca alemana

La MuZ Mastiff se comercializó desde 1997 hasta el año 2004 a un precio que rondaba los 13.000 marcos alemanes, unos 6.700 euros del momento, aunque dos años más tarde de su presentación la marca volvió a su nomenclatura original MZ y a partir de ese momento las motocicletas que salían de la factoría de Zschopau volvían a mostrar el nombre originario de la firma alemana.

Tras aquellos años el modelo sufrió algunas modificaciones y mejoras, como la implementación de un nuevo equipo de llantas de tres palos junto a un nuevo disco frontal Brembo de 316 mm de diámetro y pinza de cuatro pistones, todo ello en aras de mantenerse en forma frente a la competencia del momento, en la que destacaba la KTM Duke 620 por encima de cualquier otra.

En la actualidad encontrar una Mastiff a la venta no es tarea fácil, tanto por las unidades que se han vendido a lo largo de los años, más bien pocas, como por el apego que sus propietarios tienen a las que poseen, bien sea por su buen hacer, fiabilidad general o el exotismo que aún hoy mantiene esta motocicleta tan peculiar y que a buen seguro irá incrementando su valor con el paso de los años.

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J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.

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