La Royal Enfield Himalayan es una moto única y particular, un soplo de aire fresco en un mundo en el que cada día los productos son cada vez más homogéneos y el espacio entre lo que están haciendo unos fabricantes y otros mengua año tras año.
La Royal Enfield Himalayan es una propuesta diferente. Esta moto no se parece a nada que estén haciendo el resto de fabricantes tanto a nivel técnico, como a nivél de diseño, como por posicionamiento en el mercado; y ya solo por eso, merece la pena reconocer la valentía del fabricante indio por probar cosas nuevas.
De este modelo os hablamos someramente hace unas semanas dentro de la lista de trails aventureras disponibles para el carné A2, pero ahora vamos a aprovechar para meternos un poco más en profundidad y desgranar las principales características de esta moto.
La Royal Enfield Himalayan es una trail al estilo de la vieja escuela. Tiene ciertas similitudes con las motos de doble propósito que conocimos en los años 90, que valían para hacer off road y mancharte de barro, pero que luego se comportaban dignamente en carretera, con una orientación bastante pareja entre las dos superficies.
Lo más peculiar de esta moto es su motor. Es un monocilíndrico refrigerado por aire y aceite, baja compresión, distribución SOCH de dos válvulas y una carrera larga. Con estos ingredientes consigue una modesta potencia de 24,5 CV pero muy voluntariosos y bien aprovechados, ya que se consiguen a tan solo 6.500 vueltas y el general el motor está lleno a bajo y medio régimen.
Cuenta con unos generosos 32 Nm de par, por lo que aunque no sea un motor especialmente potente, se garantiza una buena reserva de fuerza que le viene genial a la Himalayan sobre todo fuera del asfalto, donde es importante tener un motor que te empuje y te saque de los atolladeros a base de pistonadas.
Esta mecánica cuenta con inyección electrónica de combustible. Promete una robustez envidiable y necesita pocos cuidados. Los intervalos de mantenimiento son cada 10.000 km. Cuenta con una caja de cambios de cinco velocidades donde la primera es muy corta -ideal para salir del asfalto- y la quinta es muy larga para aprovechar el par del motor y bajar los consumos a velocidad de crucero.
En el apartado ciclo, la trail más espartana del mundo cuenta con un chasis multitubular de acero, horquilla convencional de 200 mm de recorrido en el eje delantero y un monoamortiguador detrás con unos corretos 180 mm de rango.
Las suspensiones, sin recurrir a caros componentes de ultima tecnología, cumplen bien y su largo recorrido da mucho de sí en pistas y caminos donde la Himalayan sorprende por su comportamiento y por sus capacidades.
Puede que no avance al ritmo de una moto de enduro cuando circulas por lo marrón, pero al menos te permite pasar por sitios realmente complicados, donde a otras trails con muchos más galones las entrarían sudores fríos.
Lo bueno de la Himalayan es que, gracias a su bajo -182 kg- y su altura no muy elevada, es una moto para todos los públicos, incluso en off road. En lo marrón te lo pone fácil, donde normalmente no es nada sencillo conducir. El motor es dócil y no va a generar pérdidas de tracción mientras que la buena reserva de par hace que nunca te detengas.
Donde peca un poco esta Royal Enfield es en la altura libre al suelo. Un poco más de distancia no la habría venido mal ya que no es dificil tocar el suelo con los bajos de la moto en según que circunstancias. La parte positiva es que cuenta con un generoso cubre carter de acero por lo que la panza del motor está bien pertrechada.
En cuando a su diseño y estética, bebe del motociclismo clásico inglés de los años 50, al igual que toda la gama del fabricante indio. En general sus lineas destilan una imagen fuerte y algo ruda, como si fuera una moto para tipos duros que ha sido concebida para enfrentarse a los trabajos más adversos.
En general todo parece sólido y fabricado en acero por lo que podemos intuir una buena solidez y resistencia frente a las más que predecibles caidas que tendremos con ella por lo marrón. Otra ventaja es su precio. Se puede comprar nueva por 4.400 euros y ya no es solo el dinero que te ahorras, sino la confianza que te da.
Si yo me comprase una BMW R 1250 GS, no me atrevería a meterla por campo para no ensuciarla, y no veas tú si te caes al suelo y la arañas o la tuerces alguna pieza, sería todo un drama del primer mundo. Lo bueno de la Himalayan es que como es una moto sencilla y asequible, a la hora de disfrutar del off road te puedes atrever con todo, que si la cosa se tuerce y acabas rodando por el barro seguro que no pasa nada, o si pasa, al menos el arreglo será barato.
En resumidas cuentas, estamos ante una de esas pequeñas grandes motos. Puede que no sea tan deseada por el públuco como las grandes maxi trails que valen cuatro o cinco veces más, pero el encanto de la Royal Enfield Himalayan es precisamente ese, que con poco puedes hacer mucho y llegar muy lejos.
Tengo ganas de echarle el guante a una moto de estas porque presiento que puede ser una viajera incansable, ideal para plantearte grandes rutas en moto. A fin de cuentas, si os llama la atención este modelo no os ceguéis con la cifra de potencia, porque tanto para el off road como para viajar, lo importante no es llegar rápido, sino llegar lejos.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS