Últimamente os he traído historias de viejas y veteranas motos del día, y para variar de época un poco me vuelvo a algo más moderno, la Triumph Rocket III TFC, y de paso mucho más exclusivo. Hace tiempo que os contamos la historia de la Triumph Rocket III, sin el apellido TFC, que se consolidó como la moto con el mayor motor de producción en serie. Si ya eran impresionantes sus 2.294 centímetros cúbicos, agarraos los machos…
Con esta moto, Triumph quiere demostrar que puede hacer la custom más completa del mercado
La Triumph Rocket III TFC es más potente que su precedesora, tiene más de 170 CV y 221 Nm, también es la Triumph más potente que existe. Pesa 40 kg menos, por lo que la relación peso/potencia es evidentemente mejor. Sube de vueltas con más alegría gracias a las válvulas de titanio. También tiene más cilindrada, el nuevo tricilíndrico tiene 2.458 cc, lo cual significa 819 cc de cilindrada unitaria, una barbaridad.
Obviamente, también es la moto con mayor cilindrada de la actualidad, menos mal que está supervisada por un control de tracción actual. Su escape es un 3 en 1 de marca Arrow que deja imponente su costado derecho.
Tiene componentes de mayor calidad en su ciclística. Las pinzas de freno son tope de gama, Brembo Stylema Monobloque, cuatro pinzas para morder dos discos de 320 mm de diámetro con la ayuda del ABS con control en curva. El freno trasero consiste en un disco de 300 mm de diámetro con una pinza de cuatro pistones, ABS aparte. Las suspensiones son de altas prestaciones, con horquilla de 47 mm y monoamortiguador Showa. Las dos manetas son también de alta calidad, Brembo MCS ajustables para embrague y freno delantero.
Tiene más tecnología. La pantalla de instrumentación TFT a color incluye múltiples mediciones, conectividad mediante Bluetooth -con un módulo aparte-, diferentes modos de conducción (Road, Rain, Sport y Rider), compatibilidad con cámara GoPro, sensor de presión de neumáticos (TPMS), toma USB, sistema de arranque sin llave, iluminación mediante ledes -destaca el doble faro delantero-, función Hill Hold para arrancar sin miedo en cuesta sus más de 300 kg, y el cambio asistido Triumph Shift Assist.
Ha aligerado peso con un basculante monobrazo de aluminio y varias piezas de fibra de carbono
Tiene un estilo inconfundible. Utiliza fibra de carbono en el guardabarros delantero, tapas de los silenciadores, tapas de los protectores térmicos del escape, pantalla TFT, embellecedor del cardán, taloneras y correa del depósito. El manillar plano agrupa el cableado por dentro, ocultando el sistema Ride by Wire (cables eléctricos) a la vista. Las llantas son de aluminio fundido de 20 radios, con un balón 150/80 R17 delante y un imponente 240/50 R16 detrás. El asiento de cuero intercambiable puede mutar de monoplaza a biplaza, y viceversa.
El esquema de pintura se compone de negro sobre negro, es decir, Carbon Black y Matt Carbon Black, aderezado con adhesivos de papel de aluminio cepillado, detalles en color dorado y el logotipo de Triumph electroformado en relieve. El toque minimalista queda culminado con las estriberas del pasajero, plegables y ocultas, para que no se noten que están ahí en configuración monoplaza.
A diferencia de la Rocket III de 2004, la TFC se produce en una estricta serie limitada a 750 unidades y el precio es de 29.500 euros. Solo los más fanáticos de la marca -y con una buena cuenta corriente- tendrán una. No solo se van a llevar la moto, sino un certificado de autenticidad, una mochila de cuero y una funda para la moto. TFC significa Triumph Factory Custom, algo así como la crema de la crema, lo mejor para los mejores clientes.
En definitiva, una moto de colección y que muy pocos vamos a ver circulando…
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes), las motos siempre me han inspirado mucho respeto, y sin saber cómo, ya me han enganchado.Me he comprado una Triumph hace un mes, y el día que la recogía del conce aún babeaba mirando una Rocket
¿Cuál ha caído?
Un Tiger 800 XcX. Después de tener 2 BMW RT seguidas, me apetecía algo más ligero y probar una trail. Además llevaba años poniéndole ojitos a las Tiger, tenía mucha curiosidad por el tricilíndrico.
Y de momento…un acierto de moto, la verdad, estoy encantado.
Si hay que probarla, me presento voluntario… mientras voy pasando la fregona…