La Vespa es más que una moto, más que un vehículo para la movilidad por el centro de las grandes ciudades. Es un icono, un fenómeno que todo el mundo conoce y que tiene tantos seguidores como detractores, nacido de la necesidad, como ha ocurrido con cientos de vehículos que, con el paso del tiempo, se han convertido en algo especial.

Esa condición de mito, en ocasiones, no siempre es una ventaja, de hecho, muchas veces sucede lo contrario y se posiciona como un auténtico escollo, tanto para la evolución técnica como para la evolución en ventas. Precisamente lo que ocurrió con la Vespa ET4, aparecida en 1996 y representante del mayor cambio que había dado la Vespa en toda su historia. Se lanzó al mercado, justamente, coincidiendo con su 50 aniversario.

De hecho, la Vespa ET4 –que se comercializó junto a la ET2– tiene el honor de ser la primera Vespa con motor “cuatro tiempos” y la primera Vespa en recibir un rediseño total. Toda la carrocería se modernizó, con líneas más suaves y elegantes, con unos cófanos menos abultados y más integrados en la propia carrocería –no en balde, no había motor que ocultar– y no desmontables… un aspecto muchísimo más moderno y sí, más scooter.

Como cabe esperar, esto no fue del gusto de los puristas, que no tardaron en tildar esa Vespa de cualquier cosa, menos de Vespa, a pesar de que se guardó una clara relación con todas los modelos anteriores, los cuales, sirvieron de inspiración para esta generación del mítico modelo.

La Vespa ET4 dio el paso, por fin, al segmento 100% scooter y además del primer motor “cuatro tiempos”, también dejó de ofrecer cambio manual. El chasis no era de tubos, sino el típico monocasco de Vespa, pero sujetaba el motor como cualquier otro scooter y por supuesto, era de tipo basculante con variador continuo. Se mantuvo la suspensión delantera por brazo oscilante.

El propulsor era un monocilíndrico con culata de cuatro válvulas, 124 centímetros cúbicos y 12 CV a 8.000 revoluciones. Básicamente, era el Leader de cuatro de litro del grupo Piaggio, el que, para muchos, es el mejor motor 125 para scooter de la historia y se ha montado en infinidad de modelos de todo tipo. Según portales como Sprintmonitor, el consumo de este motor era de solo 3,8 litros y puede rodar a 100 km/h, que no está mal para un 125 de 1996…

La Vespa ET4 fue la base de todas las evoluciones posteriores del mítico modelo italiano, al menos en el plano estético. Es más, todas las Vespa actuales integran rasgos de la ET4, que se fabricó hasta bien entrado en Siglo XXI tras más de 460.000 unidades producidas.