La pequeña Yamaha XSR 125 es de esas motos que te hacen girarte y sonreír. Ya sea por que te ha llamado la atención su conseguido diseño, porque te acabes de sacar el carné A1 o tengas el B con tres años de antigüedad, o porque seas como yo, que eches la vista atrás y te digas a ti mismo “lo bien que me lo hubiese pasado yo en su momento si hubiese existido esta moto”.
Y es que esta Yamaha está enfocada de esta forma, para que babeen por ella aquellos que con la edad mínima permitida quieren tener su primera moto “grande”, o para aquellos que quieren iniciarse en el mundo de las motos y no quieren hacerlo de cualquier manera, sino que quieren una moto con estilo que no renuncie a una buena parte ciclo, un motor moderno y “potente” dentro de la limitación del segmento, y que además esté muy bien construida.
La Yamaha XSR es una novedad de este año, se puede pedir desde mayo
La verdad es que el mercado de 125 centímetros cúbicos está que echa humo, y seguro que se os ocurren mil rivales para la Yamaha XSR 125 que puedan competir de tú a tú con ella, como la KTM Duke 125, o la Husqvarna Svartpilen 125 que probó Javier hace unos días, o su rival más directa, la Honda CB 125 R, -aunque si no conoces este artículo y buscas una naked de 125 deberías echarle un ojo-, pero estoy seguro que pocas cubrirán como esta los tres pilares que acabo de mencionar: estilo retro, potencia y calidad de construcción a un precio de 4.399 euros.
Y es que en Yamaha se ve que se han cansado de que sus naked de 125 sean sosas y sencillas, aunque muy fiables, como las antiguas YBR 125, y han decidido poner toda la carne en el asador copiando la receta de sus hermanas mayores, las Yamaha XSR 700 y XSR 900, que partiendo de la gama MT correspondiente, apuestan por la nostalgia de un bonito diseño retro sin por ello perder un ápice de calidad en sus componentes.
De esta forma podríamos decir que la Yamaha XSR 125 no deja de ser una Yamaha MT-125 vestida de domingo, con cara de niña buena, pero con el mismo carácter si le buscas las cosquillas -aunque siendo justos con una suspensión y frenos ligeramente inferiores, que también le hacen tener un precio de 500 euros menos, dicho sea de paso-.
A nivel de diseño se busca entremezclar los elementos clásicos de las motos de los años 60 con la calidad de construcción, materiales y tecnología que se emplea en las motocicletas actuales, teniendo ese gusto de moto clásica en su diseño, con la comodidad y funciones tecnológicas de un producto de 2021. De hecho, aunque su diseño es clásico, todo el sistema de iluminación recurre a ledes -excepto intermitentes y luz de matrícula-, e incluso su reloj circular es en verdad una pantalla con tacómetro y velocímetro digital.
A nivel de propulsor no nos encontramos con ninguna sorpresa, se trata del mismo monocilíndrico Euro 5 que posee la MT-125 y su hermana deportiva, la Yamaha R125. Un motor monocilíndrico -SOHC- de cuatro válvulas refrigerado por agua, con distribución variable VVA (Variable Valve Action) que mejora el rendimiento del mismo entre 7.400 y 11.000 RPM, un sistema que no encontramos en otros modelos de esta cilindrada.
Un propulsor que rinde 15 CV a 10.000 RPM y 11.5 Nm a 8.000 RPM y que posee otra singularidad, ya que equipa un embrague antirrebote para asistir a una caja de cambios de seis relaciones. De esta forma, al bajar bruscamente de marcha, se evitará el temido bloqueo o latigazo de la rueda trasera.
En cuanto a chasis, ocurre exactamente lo mismo que en cuanto al propulsor, es exactamente de similares características al de sus hermanas. Se trata de un chasis Deltabox típico de la marca, o lo que es lo mismo, un chasis perimetral de doble viga, que en este caso se encuentra fabricado en acero. Este va unido a un basculante de doble brazo asimétrico que se encuentra fabricado en esta ocasión en aluminio.
Donde podemos encontrar diferencias -como adelantaba- es en la suspensión y en la frenada. En el caso de la horquilla delantera se recurre a un equipo que, aunque igualmente cuenta con una horquilla invertida sin regulación, en este caso pasa a ser de 37 mm en vez de los 41 mm del modelo que equipan sus hermanas MT y R. Detrás cuenta con un monoamortiguador progresivo que va anclado sobre un sistema de bieletas.
Los frenos también difieren, en este caso encontramos un disco más pequeño -267 mm-, que además está mordido por una pinza fija de anclaje axial y dos pistones. El freno trasero cuenta con un disco de 220 mm y una pinza de un pistón. Sinceramente, una frenada más que adecuada para una moto de esta potencia equipada además, con un sistema ABS y no con un sistema de frenada combinada, y que debe parar 140 kg con todos los llenos.
En definitiva, si os estáis preguntando qué haría yo si tuviese que elegir entre esta Yamaha XSR 125 y sus hermanas, lo tengo bastante claro, la diferencia de precio justifica la pérdida de “estatus” de una horquilla y frenada que, si bien bajan un escalón, siguen teniendo un funcionamiento más que correcto y justificado al uso al que está enfocado este producto.
Y además, nos seguimos llevando un producto redondo con uno de los mejores propulsores del segmento y parte ciclo, con 500 euros más en el bolsillo para gastar en gasolina… que con un consumo medio de 2,3 litros/100 km nos dan para unos cuantos miles de kilómetros de disfrute y aprendizaje.
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Jesús Guillermo Pozo
Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.COMENTARIOS