La normativa Euro 5 está produciendo que gran parte de las motocicletas del mercado se estén actualizando con cambios de mayor o menor envergadura. En el caso de la Honda CB 125 R, aunque no es un modelo muy añejo -se presentó en 2017-, Honda ha decidido renovarla por completo de cara a 2021. Lo ha hecho creando un nuevo modelo que como veremos, aunque con un ligero rediseño estético, recibe la mayor parte de sus cambios en el interior, con un nuevo propulsor e importantes cambios en la parte ciclo.

La parte visual del nuevo modelo sigue el camino marcado por la familia Neo Sports Cafe de Honda. Siendo casi una réplica perfecta del modelo mayor CB 650 R, contando con un diseño muy logrado que evoca calidad gracias a un perfil afilado y elementos como pantalla LCD o iluminación Full LED, con el piloto trasero de menores dimensiones jamás montado en una motocicleta Honda.

Alejándose así de la más mundana y servicial Honda CB 125 F -también novedad de 2021-, que apuesta por la polivalencia y funcionalidad renunciando a todos estos elementos de diseño más elaborado y a un motor menos prestacional refrigerado por aire.

El modelo de 2017 se caracterizaba por heredar el sempiterno motor de la CBR 125 R, un motor de simple árbol de levas (SOHC) en cabeza y culata de dos válvulas y refrigeración líquida. Debido a la nueva normativa anticontaminación se ha decidido equipar al nuevo modelo Euro 5 de 2021 con un propulsor refrigerado por líquido con doble árbol de levas (DOHC) y culata de cuatro válvulas, en el que también se varían sus cotas internas (57,3×48,4 mm en vez de 58×47,2 mm de la versión actual) y se aumenta la relación de compresión hasta 11,3:1 (antes 11:1).

Otro de los cambios principales se realiza en el sistema de inyección PGM-Fi, que se ha revisado en su conducto de entrada, admisión y cámara de resonancia. Con todos estos cambios se consigue una ganancia de potencia de 1,2 kW más y 1,2 Nm más de par; es decir, ahora llega a 15 CV a 10.000 vueltas y 11,6 Nm a 8.000 vueltas.

Este aumento de potencia se traduce también en una mejora de prestaciones, siendo el nuevo modelo capaz de alcanzar los 105 km/h -antes 103 km/h- y recorrer 200 metros en 11,3 segundos. Este ligero aumento de prestaciones no han convertido al modelo en un vehículo más sediento, conformándose con un consumo declarado de 2,13 litros cada 100 km, lo que le dota de una autonomía teórica de unos 450 km gracias a su depósito de 10,1 litros.

Aunque el chasis sigue siendo en su mayor parte igual al modelo anterior, de tipo tubular y fabricación en acero, a él se ancla un basculante de nueva factura, también fabricado mediante placa de acero y de sección irregular con refuerzos de placa de acero en la zona de pivote. Además, se consigue un reparto de pesos del 51,6 % delante y 48,4 % detrás, lo que unido a un peso de 129,8 kg, a su corta distancia entre ejes de 1.345 mm, radio de giro de 2,3 m y una altura del asiento que permanece invariable a 816 mm, la hacen una moto muy manejable y apta para todas las tallas.

La suspensión delantera es una novedad dentro del segmento de 125, ya que recibe una horquilla Showa Separate Function Big Piston (SFF-BP) de 41 mm. La característica principal de esta horquilla es que en una de las barras se encuentra el muelle y en la otra se encuentra el amortiguador de separación de presión, aunque no se especifica si será regulable, por lo que entendemos que no lo es. El monoamortiguador posterior sí es regulable en precarga de muelle.

El equipo de frenada permanece invariable, con un disco delantero flotante de 296 mm con pinza Nissin de cuatro pistones radial, disco trasero de 220 mm con pinza de simple pistón y ABS de dos canales- Tampoco varían las llantas de 17 pulgadas en fundición de aluminio y neumáticos de 110/70 ZR17 y 150/60 ZR17. El precio que tendrás que pagar por ella cuando llegue en enero de 2021 serán 4.625 euros.