Eran principios años ochenta, cuando aún se disputaba el Rally Dakar en el continente africano. Las BMW se prestaban como las más ambiciosas, y así lo demostraron los resultados posteriormente. La XT 500 se actualizó a la XT 550, pero a medida que las velocidades promedio de la prueba aumentaban exponencialmente se necesitaba una moto nueva. El resultado fue presentado en el Salón de la Motocicleta de París de 1982, lanzado al mercado en 1984 y, un año después, hizo su debut en el París-Dakar. Así es la Yamaha XT 600 Ténéré.
Bajo un gran tanque de combustible de 30 litros se alojaba un motor de un cilindro de 595 cm3 con el mismo sistema YDIS (Yahama Dual Intake System) de su predecesora. El freno de tambor se mantuvo en la rueda trasera; la delantera recibió uno de disco de 260 mm -el primero en un modelo todoterreno de la casa-. No solo se convirtió en la moto preferida de los corredores del París-Dakar, sino también en la elección de muchos aventureros de a pie que admiraban sus capacidades. Al décimo año de producción, la Ténéré había vendido 61.000 unidades en toda Europa.
Su primer esquema de color se convirtió en una seña legendaria: blanco y rojo o azul y negro, inspirado en el diseño del equipo de competición Yamaha Motor France
La horquilla de 41 mm de diámetro estaba asistida por aire, con una carrera de 255 mm. En el eje posteriorun brazo basculante monoamortiguador de aluminio daba un juego de 235 mm. Debido al enorme depósito de gasolina, el asiento se montó en una posición más retrasada a 890 mm del suelo, con protectores de barro remachados y decorados con una calcomanía a los lados que protegían al piloto de la suciedad. Su chasis, básicamente el mismo que el empleado en los modelos XT estadounidenses, mantenía todo en un solo conjunto de 163 kilos.
El motor derivaba del que utilizaba la XT 550. Un propulsor de cuatro tiempos refrigerado por aire que vio aumentada su cilindrada y revisados sus componentes. Entregaba 43 CV a 6.000 RPM y 51 Nm de par máximo a 5.750 RPM. Su caja de cambios de cinco velocidades y una curva donde potencia y fuerza coinciden prácticamente en el mismo punto, permitían extraer siempre cada caballo de vapor hasta alcanzar los 160 km/h de velocidad punta. Rendimiento flexible con empuje desde abajo, y con un consumo razonable: 4 l/100 km.
En 1985 Yamaha se decidió a competir en el raid más duro del mundo con una XT 600 Ténéré preparada. Entre otras modificaciones, destacaba la capacidad de almacenamiento de combustible, 51 litros (dos depósitos atrás y uno delante). Acabó llevándose la plata bajo las manos del francés Jean Claude Oliver. Un año después nació la segunda generación, con un depósito de 23 litros, un poco más de potencia (46 CV) y arranque eléctrico -hasta el momento había que iniciar la marcha hundiendo el pedal de arranque con el pie-. Desafortunadamente, no tuvo el mismo éxito ante la feroz competencia de motores bicilíndricos.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.COMENTARIOS