Desde Málaga nos llega esta tentación para los sentidos que estáis viendo en las fotos. Es pura magia, pura poesía, puro arte. Se trata de la BMW R 100 Cafe Racer Sport Edition, una creación artesanal del taller Lord Drake Kustoms, unos tíos expertos en coger motos y modificarlas hasta la médula para conseguir creaciones verdaderamente increíbles y únicas.

Y el resultado salta a la vista. El visceral minimalismo del conjunto nos devuelve a la pureza y la esencia del motociclismo más clásico, ese de nuestros abuelos, de cuando las motos eran mucho más sencillas y con menos componentes, poco más que bicicletas con motor.

Pero esta moto no se queda en el minimalismo. No bastaba con el “menos es más” sino que lo poco que hay lo adorna y lo hace brillar con luz propia gracias a la combinación de piezas cromadas con otras acabadas en un cuero marrón de lo más vintage.

Por último, muchos de los componentes son de factura propia y con una estética muy retro, muy años 30 y muy fina, casi quirúrgica. Esto lo podemos ver en el faro frontal, en las botoneras, las levas de freno y embrague o incluso en los latiguillos de freno y el claxon.

La nota discordante viene del chasis, donde quitar, modificar o cambiar el esqueleto original de la moto no es una opción por tema de homologaciones, bastidores y todo lo que ello implica. Y es una pena porque se nota que su factura y sus formas vienen de otra época y desvelan el verdadero origen temporal de la moto.

La BMW R100 Cafe Racer Sport Edition es la nueva creación de Lord Drake Kustoms. Está inspirada en una personalización que sacaron anteriormente, la BMW Cafe Racer SURVIVOR, que era una moto más exclusiva, más de museo, y menos para disfrutarla por la calle. Esta, sin embargo, se puede homologar para circular por las carreteras españolas (a excepción del escape que se ve en las fotografías, que es demasiado molón para la vía pública).

Los chicos de Lord Drake Kustoms cogieron la base de la SURVIVOR e intentaron modificar el concepto para conseguir una propuesta más asequible y racional. Para ello eliminaron algunos componentes como las manetas invertidas (con el eje de la maneta en el lado exterior del manillar). Se sustituye la horquilla Springer por una Showa más convencional, y se modifican otros componentes menores como el faro delantero o las piñas de mandos por unos más sencillos.

El cliente que quiera una de estas, podrá hacerlo tomando una BMW R 100 como base, pero también podrá elegir otros modelos contemporáneos del fabricante germano como las BMW R80, BMW R65 y BMW R45. El precio varía en función de las diferentes opciones por las que puede decantarse el comprador, pero ya os adelanto que no es para todos los bolsillos, y es que la exclusividad tiene un precio. Si queréis conocer más sobre esta joya de dos ruedas podéis daros un paseo virtual por la web de Lord Drake Kustoms.

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