Kawasaki ha presentado unos documentos en el CARB para homologar dos motocicletas con motor de 400 cm³. La primera es la Ninja 400 que ya se presentó hace unos meses, y la segunda tiene el nombre en clave de ER400DK. ER es la denominación interna que usan los japoneses para sus modelos sin carenado, 400 es por la cilindrada, y la K hace referencia a que es el modelo de 2019.

Kawasaki ya ha hecho esta jugada anteriormente. Cuando vendían la Ninja 300 también tenían en el catalogo la Z 300, basada en el mismo motor y chais pero sin carenado. Esta úlitma se ha descatalogado hace unos meses por lo que es de esperar que el relevo generacional llegue basándose en la plataforma de su renovada hermana deportiva, la Ninja 400.

La Kawasaki Z 300 seguía el lenguaje de diseño de las Z grandes de la época

Técnicamente podemos esperar especificaciones similares entre ambos modelos: motor bicilíndrico en linea, chasis tubular de acero, horquilla convencional de 41 mm, disco de freno delantero de 310 mm con pinza de dos pistones y un peso muy contenido, que podría estar incluso por debajo de los 168 kg en orden de marcha.

De esta forma Kawasawi refuerza su gama de iniciación y la acerca al tope legal de potencia del carné A2, ya que el nuevo propulsor de 400 cm³  eroga 45 CV de potencia. Así se alejan de la “zona muerta” que hay en el mercado entre las 125 de 15 CV y las motos de más de 40 CV, que se compra la gente que dispone del A2.

En este contexto sus principales rivales van a ser la Yamaha MT-03, la Honda CB 500 F y la KTM Duke 390. Aunque si nos paramos a pensar, puede que su mayor rival lo tenga en casa con la Kawasaki Z 650, que puede limitarse a 48 CV y cuando el usuario se saca el A, ya tiene moto grande.

Estéticamente la Z 400 debería de parecerse a la nueva Z900 pero a escala

La gama de entrada de Kawasaki no ha parado de crecer en cilindrada y potencia -empezó con la Ninja 250- por lo que el hueco que existía con las 650 de media cilindrada cada vez se ha ido haciendo más y más pequeño hasta el punto de que ahora pueden solaparse.

La maniobra lógica ahora sería que la Ninja 650 y la Z 650 creciesen en potencia y/o cilindrada para situarse en cifras próximas a los 95 CV, para así poder seguir jugando la carta de la limitación y reestructurar la gama de una forma algo más coherente, aunque por el momento no hay noticias que apunten a ello.

En todo caso, y volviendo a la Kawasaki Z 400, seguramente se presente el modelo en noviembre, en el EICMA de Milán, y el precio de venta debería rondar los 5.500 euros, si tenemos en cuenta que su antecesora en el cargo costaba 4.900 y que la actual no debería acercarse demasiado a los 6.999 que pide Kawasaki por la Z 650.