Hace un año, aproximadamente, A Coruña estrenó un paso de vaca provisional. ¿Y en qué consiste exactamente? Pues es un paso de peatones que en vez de utilizar una señalización tradicional usa manchas aleatorias que simulan las que se pueden ver en las vacas frisonas, las lecheras. Ahora cuatro municipios se han sumado a esta iniciativa. ¿Curiosa? Sin duda. ¿Peligrosa? Mucho, sobre todo para los motoristas.
Solo Galicia produce la mitad de la leche que se consume en España gracias a que hay casi un millón de vacas; o lo que es lo mismo, por cada 2,4 gallegos hay una vaca. Para hacer honores a este animal tan arraigado, la Casa Grande de Xanceda (una granja con casi 400 vacas) propuso crear el primer paso de vaca a modo de experimento en A Coruña. Y espera que cada ciudad gallega tenga el suyo propio.
Un año después cuatro municipios estrenaron su paso de vaca: A Baña (el municipio con más vacas por metro cuadrado de galicia), Mazaricos (primero en cuanto a explotación lechera), Santa Comba y Mesías (lugar donde está la granja Casa Grande de Xanceda). Para ellos, un paso de vaca les representa más que un paso de cebra.
¿Dónde reside el problema? Pues en la propia marca vial y su menor agarre cuando se circula tanto en moto como en bicicleta. Pero ojo, que cuando un coche frena fuerte encima de una marca vial, la disminución de adherencia también aumenta la distancia de detención.
Un paso de cebra reglamentario permite frenar entre bandas de pintura, sobre asfalto, en línea recta
Casi todos los motoristas saben que las líneas blancas no hay que pisarlas nunca, ni en seco, pero mucho menos cuando el asfalto está mojado. Y en Galicia llueve, y llueve mucho. En un paso de peatones tradicional, es fácil conducir entre las líneas pintadas, pero en un paso de vaca esto es imposible, ya que las manchas están dispuestas de forma aleatoria. Y da igual que la pintura usada sea antideslizante, seguirá teniendo menos adherencia que un asfalto sin pintura, y la capa antideslizante acaba cediendo con el tiempo.
Parece mentira que hoy en día los ayuntamientos sigan sin pararse a pensar en las consecuencias de sus decisiones. Aunque es loable como homenaje a un animal al que Galicia debe mucho, no puede nunca prevalecer sobre la seguridad de los usuarios de la vía. Seguro que hay otras formas de hacerlo menos peligrosas.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS