Aunque nos encanta poder disfrutar de nuestra montura, no siempre es posible. A veces no hay más remedio que dejarla aparcada en el garaje más tiempo del que desearíamos. Pero estos periodos de inactividad, como el que estamos sufriendo, puede ser el mejor momento para hacer un mantenimiento básico de la moto. Evitaremos futuras averías y que, ese día que podemos salir a dar una vuelta, lo disfrutemos todavía más sin sobresaltos y sin riesgo a quedarnos tirado.
En muchos casos la revisión que podemos hacerle a la moto quedará condicionado por nuestros conocimientos, el espacio y disponibilidad que tengamos en el garaje (privado o comunitario), herramientas y también el tipo de moto (en una naked es más sencillo, por ejemplo, que en una carenada). Pero hay algunos puntos básicos que todos podemos hacer porque incluso vienen en el propio manual de usuario de la moto: comprobación de presiones, niveles, engrase del kit de transmisión, etc.
Gasolina
Existe la creencia de que como la gasolina se estropea, lo mejor es dejar el depósito de combustible sin mucho combustible. Es cierto, pero solamente ocurre cuando pasa mucho tiempo. Sin embargo antes de que la gasolina esté para tirar, el depósito de combustible se habrá empezado a oxidar por dentro. Y créeme, un depósito oxidado te va a dar muchos quebraderos de cabeza porque te obturará el sistema de alimentación de combustible, estropeará la gasolina y puede acabar dañando el motor.
Por ello la mejor recomendación como parte del mantenimiento básico de la moto es que llenes el depósito hasta arriba en una gasolinera cercana a donde aparques la moto. Ten en cuenta que las últimas motos, las Euro 4, no las puedes llenar hasta arriba y hay que dejar un pequeño margen para los vapores de la gasolina (suele venir indicado). No te preocupes, si la moto solamente va a estar parada unas semanas o unos pocos meses, la gasolina estará en perfectas condiciones.
Neumáticos
Otro de los elementos que se suele estropear con el tiempo son los neumáticos. Y no hablamos de que se vuelvan viejos por el tiempo y acaben cuarteando sino que se deformen por estar la moto apoyada siempre en la misma posición. Lo ideal es que la subas a unos caballetes (delantero y trasero) y de esta forma las ruedas quedan en el aire. Si no dispones de ellos pero la moto tiene caballete central, la apoyes sobre él. En esta posición normalmente la moto solamente queda apoyada sobre la rueda delantera por lo que si coges un trozo de madera de la longitud adecuada, puedes apoyar una de las patas de la horquilla y de esta forma que la moto quede en equilibrio con la rueda delantera también en el aire.
Si la moto solamente tiene pata lateral, entonces hincha los neumáticos con medio kilo de presión más de la recomendada (es bueno hacerlo incluso si está elevada en caballetes). El exceso de aire evitará que la goma se deforme en el punto de contacto con el suelo y a medida que pase el tiempo y pierda presión, esta será suficiente como para mantener la huella al mínimo. Es recomendable de vez en cuando mover la moto del sitio (empujando) y que quede apoyada en otro punto del neumático.
Batería
La batería es uno de los primeros elementos que empieza a sufrir si la moto no se usa. Si tienes un garaje privado con enchufe, compra un mantenedor de batería (el Lidl los saca en oferta cada pocos meses) y déjala enchufada. De esta forma la batería no perderá carga y no se estropeará. Si no puedes, desconecta el borne negativo pero ojo que algunas motos cuando están mucho tiempo sin tener la batería conectada pueden perder la configuración de algunas funciones. Consulta el manual o pregunta en el concesionario para saberlo con más exactitud.
No es bueno arrancar de vez en cuando la moto si no la tiene conectada de forma continua a la corriente. La batería no recargará y su amperaje irá disminuyendo hasta que sea incapaz de completar el arranque. Y en ese caso, o la desmontamos para recargar o bien corremos el riesgo de que se nos estropee.
Limpieza
Otra de las cosas que debemos hacer dentro del mantenimiento básico de una moto, sobre todo si va a estar parada, es dejarla limpia. La suciedad puede estropear plásticos, oxidar tornillos o acabar dejando mate algunas partes de la moto y que luego nos cueste el doble (de tiempo y dinero) volver a dejarlos lustrosos. Además sobre una moto limpia es más fácil detectar problemas, fugas o averías.
Y no siempre hace falta llevarla a un lavado. Hoy en día existen productos de limpieza en seco (siempre que no tenga suciedad acumulada de hace años), por lo que puedes dejarla limpia en el garaje únicamente gastando un poco de papel o algunas bayetas que luego puedes lavar el la lavadora. Y si lo rematáis cubriendo la moto luego con una funda, perfecto. Evitaremos que se ensucie con el polvo, sobre todo si es un garaje comunitario.
Revisión de niveles
Tener la moto con todos los niveles correctos es algo que debemos comprobar siempre. El nivel de aceite (para evitar gripajes o daños en el motor) y el nivel del líquido de frenos para no llevarnos un susto. Importante leer el manual de usuario pues allí aparece cómo debemos comprobar el nivel de aceite del motor. Como normal general es con el motor después de haber estado arrancado un mínimo de cinco minutos (es decir, a temperatura de funcionamiento) y con ella vertical. Si no nos arreglamos, pidamos ayuda a nuestra pareja, un amigo o a un vecino.
Para el nivel del líquido de frenos comprobar que este se encuentra entre la marca de máximo y mínimo. Suele cometerse en error de que si el nivel está cerca del mínimo, se rellena. Pero en muchos casos esto es indicativo de que las pastillas están cerca del límite de desgaste por lo que es lo siguiente que hay que mirar antes de poner a nivel. Para mirar las pastillas necesitaremos una linterna. No es una operación difícil pero si no la habéis hecho nunca, es bueno que la primera vez os ayude alguien que sepa o bien echéis un ojo a algún tutorial en internet.
Engrase
Con la moto ya limpia y como colofón a la hora de terminar el mantenimiento básico de la moto, puede ser un momento genial para engrasar todas las partes móviles. La cadena, si está muy sucia, sería bueno limpiarla antes. O bien usamos queroseno puro (como el que se usa en las estufas) o mejor todavía limpiadores específicos que evita el daño en las juntas tóricas de la transmisión. Una vez limpia es el turno de engrasar y dejar la cadena perfecta para cuando volvamos a usarla.
De igual forma lubricar las articulaciones de las manetas de freno y embrague, estriberas, pata lateral o todo aquello que veamos susceptible de oxidarse al estar parado será perfecto. Hay fabricantes de productos específicos de moto que cuentan con material específico para ello. No son demasiado caros y nos durarán años (usamos muy poca cantidad cada vez). Y es difícil que se estropee con el tiempo ya que suelen estar en envases a presión.
Por último un poco de vaselina en los tornillos evitará que estos se oxiden. Suelen perder el zincado con el que se protegen cuando los manipulamos y de esta forma evitaremos tener que comprar otros o que estropeen el aspecto de nuestra moto.
Una vez hecho todo esto, podéis estar seguros de que tendréis la moto en perfecto estado de revista. Ahora solamente toca esperar a que podamos salir a disfrutar de ella.
Ender
Japan Rules!!COMENTARIOS