Goodwood Festival of Speed. Solo el nombre ya te adelanta lo que podrás encontrar durante todo un fin de semana: pasión por las altas prestaciones, máquinas míticas, ya sean de competición o de producción, incluso los fabricantes han empezado a aprovechar estos eventos para dar a conocer nuevos modelos. Pocos eventos son tan espectaculares y emocionantes como el Festival de la Velocidad.
Un nombre así sería imposible en España, aunque al ser un evento en recinto cerrado, quizá, sería aceptado, ¿no se aboga siempre por ir a un recinto cerrado si te gusta correr? En España estamos hechos de otra pasta, es evidente, y por eso, este tipo de cosas nos hace más gracia que daño. Sin embargo, por esa diferente pasta que nos moldea, encontrar la calidad y la cantidad que se concentra en el Festival de la Velocidad se torna complicado. El Espíritu de Montjuic estuvo cerca de ser algo realmente especial, pero el Espíritu del Jarama fue casi una broma.
Aun así, siempre nos quedará ahorrar para poder visitar Goodwood cuando se celebre el festival, tanto si te gustan los coches como si te gustan las motos. Es cierto que el Goodwood Festival of Speed es famoso por la presencia de automóviles de altísimo nivel, pero el mundo de las motos también está presente en Goodwood y con una calidad que está al mismo nivel o, en ocasiones, incluso por encima. Sobre todo cuando hablamos de vehículos de competición históricos, donde la motocicleta cuenta con una enorme representación en Goodwood.
Sin ir más lejos, este vídeo que compartimos aquí, es una muestra de la calidad de las motocicletas que se dejan ver en Goodwood. Desde las motos clásicas más deseadas, hasta las motos de competición más laureadas, pasando por prototipos muy extraños y modelos míticos de producción. El Festival de la Velocidad de Goodwood no es únicamente coches, también está repleto de motos.
Javi Martín
Con 20 años no ponía ni una sola tilde y llegaba a cometer faltas como escribir 'hiba'. Algo digno de que me cortaran los dedos. Hoy, me gano un sueldo como redactor. ¡Las vueltas que da la vida! Si me vieran mis profesores del colegio o del instituto, la charla sería de órdago.COMENTARIOS