Hoy toca recordar un scooter poco convencional: el Italjet Dragster 180. A simple vista puede parecer un scooter más, de los muchos que vemos por la ciudad, pero si nos fijamos más de cerca veremos detalles que llaman la atención, como su horquilla delantera de dirección desacoplada, solución vista en motos más grandes y caras como la Yamaha GTS 1000, la Vyrus 987 o la Bimota Tesi 1D.
Italjet Moto Srl es una compañía italiana que fabrica motocicletas desde 1959, así que este año es su 60 aniversario. Fue fundada por Leopoldo Tartarini en San Lazzaro (Bolonia, Italia) y desde 2005 está dirigida por Massimo Tartarini, el hijo del fundador. Continúan en la misma ciudad, pero han cambiado la sede a la localidad de Castel Guelfo di Bologna.El modelo Dragster 180 nació en 1998 y se mantuvo en el mercado hasta 2003, aunque a finales del año pasado la marca ha presentado en el EICMA de Milán una nueva Italjet Dragster, que revivirá este mítico modelo y llegará en junio de este mismo año 2019.
Una curiosidad más del Italjet Dragster 180 es que montaba catalizador para disminuir las emisiones
Pero centrémonos en el Dragster 180 de 1998. Como decíamos, se comercializó hasta 2003, aunque en 2007 se reeditó la marca Dragster para los otros dos modelos que se comercializaban: el de 50 y 125 cm3. El Dragster 180 quizá era el más interesante por ser el que mejor relación precio-potencia tenía. Por encima se situaba el Dragster 250.
El motor provenía de la Gilera Runner, que al igual que Italjet, disponía de 50,125 y 180 cm3, aparte de otro de 200 cm3. El motor era un monocilíndrico de dos tiempos refrigerado por líquido con 176 cm3 de cubicaje, que ofrecía un rendimiento de 19 CV a 8.000 RPM. Con su peso de 103 kg conseguía una velocidad máxima de 122 km/h, suficiente para poder realizar viajes largos aunque no fuera su cometido principal.
El chasis de este scooter queda a la vista de manera intencionada, intentando emular en cierta medida a las naked de chasis de celosía. El frontal se caracteriza por su morro afilado y prominente y la suspensión de dirección desacoplada con un conjunto muelle-amortiguador push-rod, situado entre los pies; muy sofisticado para tratarse de un scooter.
En la parte trasera resultaba algo más convencional, con un monobrazo suspendido mediante un único conjunto muelle-amortiguador, situado cuasi perpendicular al asiento. Montaba discos tanto delante como detrás, y sus neumáticos era de medida 120/70 R11 al frente y 130/70 R12 en la parte posterior.
No todo eran buenas palabras: algunos usuarios se quejaban de vibraciones extrañas en el eje delantero cuando se circulaba a baja velocidad o de su excesivo ruido. En nuestro país, los últimos Italjet Dragster 180 se vendían nuevos por unos 2.900 euros. Era un precio algo alto para un scooter, pero la exclusividad de la suspensión delantera y su diseño tan particular lo justificaban.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches, y ahora también las motos. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS