La KTM 690 Enduro es una de esas motos que nadie se atreve a hacer, menos el fabricante austriaco, claro. Para muchos, un sin sentido, para algunos: una genialidad. Lo que está claro es que este modelo no dejó a nadie indiferente cuando se presentó, y hoy en día las sucesivas generaciones siguen creando este efecto entre la gente.
La primera generación de la KTM 690 Enduro data de 2008, que fue cuando la firma naranja presentó el nuevo mono cilíndrico LC4 en el mercado, mecánica que montaría nuestra protagonista de hoy, pero también sus hermanas de gama, las KTM 690 Duke y KTM 690 Super Moto.
La gracia de la KTM 690 Enduro es que era una moto polifacética, digamos que era… polivalentemente salvaje. Muchos la habrán encasillado sin conocerla en el segmento de las motos de enduro, por su nombre comercial claro. Como enduro es una moto bestial y que en cierta medida se “pasa” de lo que es la norma en este segmento con su monocilíndrico de gran potencia.
En cualquier caso, que la potencia sobre para ir por campo pues… oye, tampoco nos vamos a quejar. Mientras las suspensiones sean de primer nivel y el chasis lo aguante todo, como efectivamente ocurre, tenemos un juguete de dos ruedas divertidísimo para ir haciendo el cabra loca por el monte y pringarnos de barro.
Lo que no tanta gente sabe es que haciendo ciertas concesiones, la KTM 690 Enduro es también una moto muy rápida y divertida en carreteras reviradas si la calzas con los zapatos adecuados. En este entorno el monocilíndrico saca músculo y los 130 kg de peso en vacío del conjunto se mueven de curva a curva casi por telepatía.No es tan ágil como sus hermanas, en parte por culpa de la rueda delantera de 21 pulgadas y las suspensiones de largo recorrido, pero los casi 20 kg de diferencia que tiene de menos respecto a estas ayudan a equilibrar la balanza (y nunca mejor dicho) en tramos de montaña.
En lo que respecta a desplazamientos de rutina y del día a día… el estrecho asiento no es que sea un prodigio de comodidad, y al final lo que se busca es una postura muy al ataque y de control sobre la motocicleta, pero nuevamente el bajo peso siempre ayuda a hacer las maniobras en parado y también a culebrear entre los coches.
También hay quien la emplea como moto trail endurera y con un buen par de alforjas en su estrecho colín se lanzan a hacer viajes de miles de kilómetros, empalmando grandes tramos de offroad. Y si no pasa una KTM de estas… es complicado que ninguna otra trail lo pueda hacer.
Si repasamos algunas especifaciones, lo más interesante de la moto es su corazón, el LC4 690 que en realidad cubica 654 cm3 . Incorporaba un sistema de inyección electrónica Keihin del que carecía su predecesor; y en pleno 2008 ya llegaba un poco tarde para tratarse de un fabricante premium. Para la enduro, la cifra de potencia máxima se quedaba en 63 caballos por los casi 70 que podía alcanzar su hermana la Duke.
No obstante, en KTM vieron que aún se le podía sacar más jugo a ese bloque y en 2009 sacaron la KTM 690 Enduro R, que esta vez ya sí venía con los 690 cc anunciados en el nombre, y a base de acortar la carrera y exprimirle unas cuantas revoluciones más a la mecánica, conseguían que la potencia llegase hasta los 75 caballos. Hasta la fecha, hoy en día sigue siendo el monocilíndrico de producción más potente del mundo.
El chasis también era totalmente nuevo ya que se pasaba a utilizar un esquema multitubular construido en acero al cromo molibdeno, una elección recurrente en Mattighofen para todos sus modelos de los últimos años.
De segunda mano no están muy caras, si atendemos a todo lo que ofrece esta moto. Se pueden encontrar unidades desde poco más de 4.000 euros, y con kilometrajes nada elevados, aunque es de justicia reconocer que no es lo mismo 30.000 km por autovías a 120 que 30.000 km haciendo el gamberro por campo. Obviamente este ultimo uso es mucho más intensivo.
La fiabilidad siempre es uno de los demonios que persigue a KTM y eso pesa en las cotizaciones de segunda mano. Es por ello que antes de lanzaros a por una os aseguréis muy mucho de que todo está en regla. Y aun estándolo, estad preparados para posibles sorpresas y averías, y no sólo por ser una KTM sino porque es una condición inherente a todas las motocicletas.
Gonzalo Lara Camarón
Ingeniero de software a tiempo completo y apasionado del motor en mis ratos libres. Los coches me gustan desde que tengo memoria, pero fue descubrir las motos y la “enfermedad” fue a peor. Mi sueño es recorrer todos los rincones del mundo sobre dos ruedas.COMENTARIOS