Aún recuerdo la primera vez que vi un ejemplar de nuestra protagonista de hoy, la Yamaha XV 1700 Road Star Warrior. La compró un compañero y buen amigo en una tienda de motocicletas de importación de la zona donde vivo. Eran tan pocas las que circulaban en ese momento por nuestro país que recurrió al mencionado especialista para traerla desde tierras estadounidenses.
He de decir, que pocas motocicletas me han impactado tanto al verlas en persona. Ya solamente con echar una primera mirada te dabas cuenta que estabas ante algo totalmente distinto dentro del segmento de las cruiser, que es donde se le englobaba principalmente. Ni siquiera la V-Rod de Harley Davidson podía competir en muchos aspectos con la “guerrera” de Yamaha. La Honda VTX 1800 jugaba en otra liga por el tema del peso y el volumen, y Suzuki aún no había llegado con las Intruder M1800R.
Los de Yamaha habían creado una mega cruiser con alma de deportiva, pero que a su vez había sido “capada”, mecánicamente hablando, dadas las dimensiones y peso que tenía. Un bicho raro, vaya, dentro de un segmento emergente liderado por la ya mencionada V-Rod. Pero los de Yamaha no buscaban en sí una motocicleta rápida. No querían que su Warrior de 1.700 cc corriera demasiado. Esa no era la finalidad. Sin embargo sí que montaron una parte ciclo digna de la mejor deportiva del momento. De hecho, tanto frenos como suspensiones como frenada provenían directamente de su hermana, la Yamaha YZF-R1.
La Yamaha XV 1700 Road Star Warrior mezclaba lo mejor de dos mundos. Por un lado, una estética impactante derivada del segmento de las cruiser, y por otro un equipamiento y parte ciclo heredado de su hermana, la Yamaha R1
Pero vayamos por partes y centrémonos en su portentoso bloque motor. Para este menester los nipones dispusieron del 1.600 de la Wild Star, con cilindros de mayor cubicaje gracias a aumentar en 2 mm el diámetro de estos. A partir de ahí el V Twin a 48º, refrigerado por aire y cuatro válvulas por cilindro, era retocado con elementos como una nueva inyección electrónica realizada por Mitsubishi, toberas de 40 mm fabricadas por Mikuni o un sistema de escape 2 en 1 con una bala lateral bestial y que vista desde atrás pareciera la salida de una metralleta de un carro de combate.
Con todo ello, la nueva XV 1700 Road Star Warrior lograba incrementar su potencia hasta los casi 85 CV a tan solo 4.400 RPM, lo que nos puede dar una idea de la fuerza par que producía el propulsor de la marca de los diapasones desde prácticamente 900 RPM, llegando este a 135 Nm a tan sólo 3.750 RPM.
Pero si nos centrábamos en otros detalles de esta fabulosa mega cruiser, es cuando realmente nos dábamos cuenta de que no estábamos ante una motocicleta común. Prueba de ello era su equipo de frenado, heredado directamente de la más potente de sus hermanas. Un doble disco de 298 mm y pinzas monoblock de cuatro pistones, unido a un disco trasero de 282 mm y pinza de dos pistones, hacían virguerías delante y detrás -respectivamente- en este apartado.
Todo ello quedaba anclado sobre llantas y neumáticos en medidas 120/70 ZR18 en su rueda anterior y un balón trasero de 200/50 ZR17 en la posterior. En cuanto a las cotas finales, la XV 1700 constaba de una longitud total de 2.390 mm por una anchura de 935 mm y una altura final de 1.115 mm, siendo la distancia entre ejes de 1.670 mm y la altura al asiento de 714 mm.
Sin buscar las prestaciones de su rival más directa, la Harley-Davidson V-Rod, la XV 1700 era aplastante en cuanto a parte ciclo y manejo se refiere respecto a todas y cada una de sus competidoras
Las apuradas de frenadas se hacían plato fuerte del menú cuando la carretera se rizaba, a pesar de los 275 kilogramos en vacío, cifra que superaba ampliamente una vez incorporados todos los líquidos. Si además le añadimos la horquilla invertida con barras de 41 mm y un monoamortiguador progresivo detrás, el manejo -como os podéis imaginar- era una delicia.
Este último detalle fue algo que impactó mucho a todos los clientes de la Road Star Warrior, ya que Yamaha no opto por los dos amortiguadores simples laterales que usaban todas y cada una de sus rivales, lo que le confería el mencionado plus en estabilidad y aplomo a la hora de afrontar curvas de todo tipo.
Otro detalle digno de mencionar, y que hacía aún más latente el despliegue que había hecho Yamaha para crear esta motocicleta, era su chasis, en este caso de aluminio y pintado en negro, para no salirse de los cánones establecidos en el segmento. De este modo, Yamaha conseguía darle un plus de rigidez a la par que controlar el peso final.
A destacar su calidad de acabados, con una profusión de cromados que le daban un carácter único, unido a un completo equipamiento entre el que destacaba su faro de LED trasero o un cuadro de instrumentos partido en dos zonas. Por un lado el cuentarrevoluciones digital con el parcial y total de kilómetros, justo debajo de este la llave de contacto, y debajo de esta el marcador de velocidad analógico con diversos testigos a su alrededor.
Como podemos ver, nada se dejó al azar en esta fabulosa motocicleta. Lastima que solo se mantuvo durante cinco años en los mercados, dando paso a la Yamaha XV 1900 Midnight Star, que ya poco tenía que ver con su antecesora y filosofía. En la actualidad, encontrar una XV 1700 Road Star Warrior no es tarea fácil y los precios de estas no son precisamente bajos, dadas las pocas que circulan por nuestras carreteras. Pero lo que sí os garantizamos es que, de haceros con una, os daréis cuenta de lo especial y única que fue esta singular motocicleta.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.Gracias por esta opinión, estaba a punto de vender la mia, de la que estoy enamorado pero me la quedo, me encnata esta moto es especial , forma parte de mi
Mejor, así te evitas posteriores arrepentimientos