Que Honda supuso una revolución cuando se introdujo en el mercado europeo casi nadie lo pone en duda; a unos les gustará más y a otros menos, como todo en esta vida. También es difícil de discutir que las décadas de los 80 y 90 para la marca fueron especialmente brillantes para afianzar su filosofía de motos fiables y de calidad, aunque bien es cierto que no en todas las etapas ha brillado con la misma intensidad, como nos recuerda nuestro compañero Gonzalo.
Pero nuestra moto del día de hoy, la Honda F6C 1500 Valkyrie, pertenece a esa época dorada de la que os hablaba en las primeras líneas, concretamente nació en 1996 con una idea muy clara, la de crear una moto custom diferencial y de alta gama, con soluciones distintas a las que suelen usar el grueso de fabricantes que recurren a motores V-Twin que cumplen muy bien su cometido en el carácter de este tipo de motos.
En Estados Unidos su denominación era GL 1500 C Valkyrie
Aquí se desechó esa idea, y se decidió buscar en la trastienda para crear algo único sin necesidad de realizar un nuevo desarrollo, decantándose por un motor con multitud de seguidores a lo largo y ancho del planeta, el de la Honda GL 1500 Gold Wing. Un motor bóxer de seis cilindros cargado de par y de carácter lineal en el que la finura de funcionamiento sin vibraciones ni tosquedades era su máxima, lo que unido a una transmisión tipo cardán creaba un conjunto ideal.
Es curioso, porque partiendo de la misma base se desarrolló una moto radicalmente opuesta a la Gold Wing, aquí no había concesiones a la ostentosidad, ni equipamientos impresionantes como radio, asientos calefactados o una capacidad de carga mayor que el de algún utilitario del momento. Aquí el equipamiento era más bien el justo e imprescindible, con un diseño redondeado y sencillo, alejado de las estridencias de su hermana.
El propulsor, como comentaba, es un motor bóxer de seis cilindros refrigerado por agua que cubica nada menos que 1.520 cc. Para este modelo se realizaron algunos retoques, como la alimentación por seis carburadores Keihin de 28 mm -en vez de los dos de 34 mm que trae la Gold Wing-, un sistema de escape totalmente diferente, un árbol de levas distinto, así como ajustadores de válvula de tornillo -en vez de hidráulicos- y una caja de cinco relaciones más cerradas, por lo que todo esto hace que el motor estire algo más y que la entrega de potencia sea ligeramente diferente. Además, las unidades japonesas estaban dotadas de marcha atrás.
Con todos estos cambios se consigue una potencia de 100 CV a 6.000 RPM, con un par máximo de 130 Nm a 5.000 RPM, haciéndole superar en prestaciones a su hermana y siendo capaz de alcanzar velocidades superiores a 180 km/h en una moto cuyo peso en seco es de 309 kg. No son malas cifras, desde luego, pero pensemos que no se ideó para eso, sino para ser una custom tourer con la que realizar largos y cómodos viajes.
El chasis, aunque basado también en el de la Gold Wing, también fue de nuevo diseño, en este caso se crea un chasis más largo de tipo diamante en acero que deja todo el motor a la vista y permite redistribuir algunos elementos como el depósito, que pasa a estar en una posición convencional y no bajo el asiento, como ocurría en su hermana.
El esquema de suspensión en este caso utiliza una horquilla Showa delantera de tipo invertido con barras de 45 mm de diámetro y 130 mm de recorrido, ajustable en precarga y orientada al confort de marcha, pero con un tarado suficientemente firme para no descomponerse en frenadas fuertes. Detrás se recurría a un par de amortiguadores gemelos también firmados por Showa y ajustables en precarga en cinco posiciones.
La frenada corre a cargo de un equipo delantero formado por dos discos de 296 mm mordidos por pinzas de dos pistones de anclaje axial, atrás se recurría sin embargo a un único disco, que en este caso es curiosamente de un diámetro mayor que el de los delanteros, siendo de 316 mm, sobre el que actuaba una pinza también de dos pistones. Sin duda, creo que es el apartado más justo de la moto, ya que recordemos que es una moto que en orden de marcha con fluidos y peso del piloto puede montarse en cerca de 400 kg y en el que habrá que actuar sobre ambos para tener una frenada eficaz.
Las llantas de diferentes pulgadas se encuentran fabricadas en fundición de aluminio y en los últimos modelos puestos a la venta se les dotó de un acabado “pulido a espejo”. El tamaño de los neumáticos es generoso, sobre todo en el tren delantero, que equipa un 150/80 en llanta de 17 pulgadas, el trasero sin embargo es un 180/70 en este caso en una llanta algo más pequeña, de 16 pulgadas.
Además del modelo base se crearon dos versiones con distinto equipamiento. La versión Tourer incorporaba de serie maletas laterales con cerradura y un generoso derivabrisas frontal, y la versión Interstate, que además de las maletas laterales equipaba un baúl trasero y un carenado de grandes dimensiones -parecido al de las Harley-Davidson Electra Glide- que se montaba sobre la horquilla y envolvía un faro doble de nueva factura que le daba un aspecto totalmente distinto a la moto.
En general, Honda se desmarcó del grueso de fabricantes eligiendo un camino distinto para crear una custom distintiva, alejándose del camino a seguir como hicieron otros fabricantes en su momento, como Yamaha con su V-max 1200 con motor V4, o como hizo Triumph con la Rocket de tres cilindros en línea, motos que renuncian al clásico motor V2 y que quizá se quedan a medio camino del mundo custom y el hot rod americano.
Y es que no debemos obviar que esta moto se creó con el público americano en el punto de mira, siendo fabricada en la planta que Honda posee en Ohio. Por lo que quizá no sea casualidad que esta creación donde más despuntase fuese en el mercado americano, en el que incluso vivió siempre a la sombra de un producto redondo con el que es inevitable medirla, la Honda Gold Wing.
Calcula cuánto cuesta asegurar una Honda F6C 1500 Valkyrie con nuestro comparador de seguros.
Jesús Guillermo Pozo
Nací entre las historias de mi abuelo sobre su Derbi 125 Especial y el terrorífico sonido del escape 4 en 1 de la GPX 600 de mi tío y la belleza de su Vmax 1200. Mi padre, fue mi primer profesor con su viejo SEAT 127, y mi madre, cuenta que aprendí las marcas de los coches antes que el alfabeto.COMENTARIOS